La directora belga Patrice Toye, apoyada en una interesante fotografía y en una música que acompasa con intención los pasos y danzas de las jóvenes embarazadas hacia el desenlace final, ha venido a Valladolid para enseñar en esta 57 edición unos hechos reales que transcurren en Bélgica en el año 1978 y que, según sus propias palabras, están siendo en estos momentos tema de investigación, denuncia y debate en su país.
La penalización por aborto, en vigor por aquellos días, hizo que muchas menores de edad, engañadas o presionadas la mayoría de las veces, firmaran un compromiso para dar en adopción, a familias "honradas y temerosas de Dios", los hijos que su inconsciencia y conducta desarreglada y pecaminosa había puesto en camino.

"Pequeñas arañas negras" es una denuncia que involucra no solo al sector médico-religioso que llevó las riendas de semejante desatino, también a padres y pagadores silenciosos de este tipo de monstruosos comportamientos sobre futuras, y jovencísimas, madres que fueron tratadas como obligados vientres de alquiler, sufriendo la mayoría de ellas la mutilación del instinto maternal. La hipocresía social admitió este tipo de apaños, ya que estaban bendecidos por instituciones serias y "desinteresadas", y corrió un discreto velo sobre las consecuencias que padecieron las cándidas mujercitas.
Situaciones similares se están desenterrando en España pero, como imagino que pasará en el resto de los países, nadie será responsable de nada; es lo que suele suceder cuando tras la irresponsabilidad se esconden los ciudadanos y organizaciones libres de toda sospecha.