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España España · Cáceres
Voto de Sinhué:
7
Drama Jan (Daniel Brühl), Peter (Stipe Erceg) y Jule (Julia Jentsch) están disfrutando de su rebelde juventud. Les une su pasión por cambiar el estado del mundo. Se convierten en "Los edukadores", cuyas acciones no violentas tratan de avisar a los ricos locales de que sus días de abundancia están contados. Las complicaciones aparecen cuando Jule se enamora de ambos jóvenes. Además, una de sus operaciones se complica, y lo que se convierte en ... [+]
21 de diciembre de 2021
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Veo por las críticas de FilmAffinity que algunos espectadores se han quedado enredados en el título que se determinó para su distribución, fuera de los países de lengua germánica, e incluso se sienten ofendidos porque está escrito con k, ¡vade retro! Semejante desfachatez les ha impedido entrar dentro de la película, o han pasado con tales prejuicios que han sido incapaces de llegar al meollo de la propuesta del joven director (tenía 34 años). Lo estereotípico, en esta película, no es tanto la actitud de los jóvenes rebeldes, cuanto la cerrazón de quienes no permiten que su esquema mental sea asaltado por debates, teorías económicas diferentes o proposiciones valientes, por diferentes. Porque sí, a mi me huele más rancio lo de que el capitalismo es el menos malo de los sistemas de gobierno conocidos, que la lucha desinteresada por un mundo mejor, que llevan a cabo los jóvenes más inconformistas.

De eso va el discurso fílmico de Hans Weingartner, al que otros "cítricos" acusan de no ser creíble por proceder de familia acomodada, ¡como si Karl Marx hubiera nacido en una cloaca!
La advertencia del título alemán, algo así como: "...los años de abundancia han terminado", hablan una vez más de la justicia social, del reparto de la riqueza, de la sobreexplotación de recursos y trabajadores... También de que los ricos no son más felices por el hecho de tener más dinero y de que el sistema se está autodestruyendo.

Y todo, claro que sí, desde la ideología y la discusión que mantienen encendidas nuestras facultades intelectuales, lejos del inmovilismo y la hibernación. ¿Quién tiene miedo a que las cosas cambien? Prefiero equivocarme yo, a que acierten quienes quieren pensar por mí. Porque como dicen Jan, Peter y Jule: "...pase lo que pase, las buenas ideas sobreviven"
Sinhué
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