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España España · pamplona
Voto de espanto:
10
Comedia Chicago, 1929. Earl Williams, convicto del asesinato de un policía, espera en la cárcel el momento de su ejecución. Mientras tanto, en la sala de prensa del Tribunal Supremo, un grupo de periodistas espera el indulto o la confirmación de la sentencia. Hildy Johnson, el cronista de sucesos del Chicago Examiner, que tendría que cubrir la información, está a punto de contraer matrimonio y abandonar su trabajo; pero Walter Burns, el ... [+]
9 de enero de 2011
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Más allá de la crítica evidente de la película al periodismo amarillo y a las corruptelas del poder y de las instituciones, además de la paranoia de la amenaza bolchevique, llevadas a cabo con las característica sorna y acidez y con precisión de cirujano por el eterno Ben Hecht, autor de la obra teatral homónima, "Primera plana" se erige en un entrañable, frenético y redondo ejercicio de estilo. También en una ensoñación. La buscada teatralidad de la puesta en escena nos hace sentirnos físicamente en esa sala de prensa de la cárcel donde parece que el escritorio de David Wayne, el corresponsal homosexual, esté en nuestra propia casa. Cada plano, cada movimiento de cámara y cada corte están tan bien pensados que logran una funcionalidad perfecta. Habría que estudiar también los rectificados de cámara cuando se mueven los personajes. La práctica ausencia de primeros planos hace que los personajes los veamos en el sitio donde se encuentran, que podamos apreciar cómo se mueven, cómo interactúan con el entorno (esos teléfonos de la época, esa fregona de la señora de la limpieza, ese pestillo de la puerta, las cortinas de las ventanas...) y con los demás personajes; en definitiva, las imágenes respiran y somos capaces de obtener mucha información ya que los planos duran lo suficiente para que nos dé tiempo a procesarla. Wilder el maestro. Todo esto puede parecer o baladí o, más bien, trasnochado. Supongo que es una de las cosas que se deberían aprender en la escuela de cine, pero hoy en día no lo aplica más que algún abuelo anticuado como Eastwood, Allen, Scorsese, Polansky, Spielberg ... y no tan abuelos como Fincher, Tarantino... En la era posmoderna del primer plano tembloroso, del plano inútil de duración infinitesimal, del movimiento de cámara disfuncional y exhibicionista y de los guiones estúpidos y pretenciosos escritos por imbéciles "Primera plana" debería recordarnos que el llamado cine clásico no ha quedado obsoleto sino que muchas de sus claves siguen y seguirán estando vigentes, porque son, en definitiva, reglas de lenguaje cinematográfico.
Por cierto, ver a Walter Matthau y a Jack Lemmon nos debería hacer reflexionar sobre la actuación, sobre el cine...
espanto
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