Salvo un gran elenco de actores, sobretodo con un Tom Wilkinson que es el que lleva todo el peso de la película nada diferencia a “En la habitación” a cualquier otra película de sobremesa, y su nominación a los Oscar no hace mas que evidenciar la decadencia actual del cine norteamericano. Aunque la obra sea merito de Andre Dubus, Todd Field se estrena con pies de plomo, ya que en ningún momento decide arriesgar y, su final es uno de los mas previsibles que he visto en mucho tiempo, lo peor de todo es que sin dicho final la historia se hubiese podido convertir en un autentico coñazo.

En un país donde la realidad supera la ficción hace falta algo más que un asesinato y los problemas que acarrean vivir con un asesino como vecino, por desgracia aquí, la sociedad vasca también sabe mucho de eso. Por lo que se puede decir que en ningún momento consigue impactar, al menos como debería de pretender.

Que quede claro que la película no es mala y tiene sus virtudes, pese al tema que trata, queda todo reflejado desde una perspectiva mas sosegada y perspicaz que las de películas semejantes, donde los personajes en la mayoría de los casos se dejan llevar por la histeria y el dolor y el sufrimiento de perder a un ser querido son todo su sustento.

Que huyan de ella los que le tengan pánico a las películas lentas, “En la habitación” se deja ver, pero el tiempo la hará fácilmente olvidable.