Antes de ver esta película, yo pensaba que era superdotado, pero me acabo de dar cuenta que no, es más, me he dado cuenta de que soy retrasado mental y de que a Hitchcock no le interesa intrigarnos, que va, da igual que la historia sea inverosímil o no, que no sea creíble, o que se tramposa, da igual, la retórica, es lo que importa de verdad, el guión es bastante flojito, pero bueno, da igual, hablemos de una supuesta necrofilia, del mas allá y mas acá y de una complejidad en la historia que por lo visto no admite discusión.
Y es que cuando uno no sabe como fomentar la argumentación no hace mas que dar rodeos sobre que si las cámaras, que si el enfoque, que si el encuadre y demás, pues bien, no sé ni de cámaras, ni de enfoques, ni de encuadres, es mas no sé nada de nada, la cámara está donde tiene que estar, y punto, el encuadre y demás pues también están donde tienen que estar, (como en todas sus otras películas) cosa que no me parece ningún logro, me lo parecería si estuviésemos hablando de Michael Bay, por ejemplo.
La música no se de quien es, y vamos, ni me importa, que queda bien acorde con la película y las escenas, pues si, pero no por ello creo que les costase años acoplarla y que ensalce a Vértigo, hasta convertirla en una obra maestra.

Puesto que la lógica y la intriga, es algo, al parecer, totalmente prescindible, todo se basa en una atmósfera, totalmente falsa por lo ya descubierto anteriormente, así que como el que no quiere la cosa, puedes presumir de saber que gallumbos llevaba Hitchcock los días de rodaje, o del color del tinte del pelo de la Novak, quedarás como un campeón delante de tus amigos los intelectualoides, coronándote a ti mismo como su rey.