No es que la historia me haya apasionado, pero hay que defender el trabajo de Cabezas. Tiene mérito que un filme nacional sea cruentamente violento y funcione. Tiene mérito que alardee de estilo visual y lo logre. Tiene mérito levantar un proyecto así y que vaya adelante.

¿Hay pegas? Claro. Pero son relativas. Casas peca de blando, pero resulta más accesible que su predecesor, Jaenada. El tono del filme es más serio y duro que el del corto, pero juega a algo diferente. Hay algunos cabos sueltos, personajes pelín desaporvechados (esa Infantita...)

Pero la peli FUNCIONA. A Grandinetti te lo crees. La ambientación descontextualizada es realmente efectiva. La porgresión drmática es acertada en muchos momentos...

Y hay riesgo, copón. Ya va siendo hora de que aparezcan cosas así en una cinematografía tan cobarde, adocenada, blandurria, antigenérica y escasamente visual como es la española. Los nuevos cineastas nacidos en nuestra piel de toro carecen de complejos y no tienen miedo.ç

Vayan haciéndoles sitio. Esto sólo es le principio...