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Voto de metabaron:
8.887
Drama
La sucursal española de una empresa americana se ve obligada a prohibir el tabaco en sus oficinas. Los que quieran fumar en horario laboral deberán hacerlo en la calle. Ramírez, uno de los empleados, empieza a reunir firmas para que se utilice un despacho desocupado como sala de fumadores. En principio, todos parecen estar de acuerdo, pero a la hora de la verdad pondrán todo tipo de excusas para no figurar en esa lista; en cambio, ... [+]
3 de octubre de 2008
6 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
Empiezo por lo bueno:
Los actores. Están notables. Te los crees. Verosimilitud al cien por cien. Intachables.
Pero no basta con eso para hacer un largometraje. No. Porque este film peca de TEATRAL. Se habla, habla y habla. Y mucho de lo que se dice (dudas, latiguillos varios...) añade realismo a los diálogos, pero termina por lastrarlos y volverlos ineficaces dramáticamente. Podrían cortarse varios cientos de "verás" y "pueess..." del guión y sin haber alterado la historia.
Por otro lado, la premisa de la que parte el guión está tremendamente hinchada. Apenas da para llenar un mediometraje.
¿Y visualmente? Pues no es un aspecto que tampoco destaque. Se juega a la baza de los primeros planos cerrados para tratar de evitar la teatralidad, pero el resultado peca de televisivo e inmovilista.
Entiendo que los creadores del film se han querido acercar a David Mamet (y puede que sea ese aspecto el que tanto ha gustado a los críticos), pero pienso que este largometraje funcionaría mejor como obra teatral que como cine.
Está más cerca de "Estudio 1" que de algo proyectable en una sala de cine.
¡Ah! Y la ausencia de banda sonora aumenta la sensación de asistir a una obra teatral.
Los actores. Están notables. Te los crees. Verosimilitud al cien por cien. Intachables.
Pero no basta con eso para hacer un largometraje. No. Porque este film peca de TEATRAL. Se habla, habla y habla. Y mucho de lo que se dice (dudas, latiguillos varios...) añade realismo a los diálogos, pero termina por lastrarlos y volverlos ineficaces dramáticamente. Podrían cortarse varios cientos de "verás" y "pueess..." del guión y sin haber alterado la historia.
Por otro lado, la premisa de la que parte el guión está tremendamente hinchada. Apenas da para llenar un mediometraje.
¿Y visualmente? Pues no es un aspecto que tampoco destaque. Se juega a la baza de los primeros planos cerrados para tratar de evitar la teatralidad, pero el resultado peca de televisivo e inmovilista.
Entiendo que los creadores del film se han querido acercar a David Mamet (y puede que sea ese aspecto el que tanto ha gustado a los críticos), pero pienso que este largometraje funcionaría mejor como obra teatral que como cine.
Está más cerca de "Estudio 1" que de algo proyectable en una sala de cine.
¡Ah! Y la ausencia de banda sonora aumenta la sensación de asistir a una obra teatral.
