La película me ha dejado helado.

O a lo mejor es como decía el Charlie Kaufman de "Adaptation": el problema debe de estar en mí. Sinapsis defectuosas. Un fallo bioquímico.

La historia me resulta fría, cerebral, desapasionada. Muy europea. Un film sin corazón.

El largo bloque desarrollado en la habitación de un hotel peca de teatral.

El realismo de la película no es más que eso. Realismo. No basta para crear un drama interesante. ¿Real? Sí. ¿Dramático (en el sentido más clásico/aristotélico de la expresión)? No.

La importancia del tema a tratar no hace que el film sea mejor. ¿Denuncia de situaciones en las que el aborto es ilegal y lleva a extremos horribles (como en "Vera Drake")? Sí. Pero... ¿y la historia? ¿Donde está? Tener una tesis que se quiere demostrar no da validez a una película de ningún modo. La cosa no funciona así.

¿Y el tempo de la historia? Lento. Moroso. Pesado. Lo que se cuenta se podría haber contado con el doble de velocidad y sin pérdidas narrativas de ninguna clase. Pero claro... los amantes del cine de arte y ensayo argumentarán que cada película requiere un tempo diferente.

Pues yo lo dudo. Sobre todo en el siglo XXI, época en la que estamos saturados de contenidos audiovisuales y nuestra atención está más cerca de la de la gente con T.D.A. que de la del público de hace cuarenta años.

Bueno. No importa. Es sólo mi opinión.

Vótenme negativamente si no les gusta mi crítica y positivamente si están de acuerdo.