A lo largo de interminables minutos se van desarrollando secuencialmente dos historias paralelas en el espacio-tiempo. Historias de mujeres que buscado un sentido a sus cómodas vidas deciden complicársela de forma un tanto absurda con su caprichoso reto personal. Aunque en diferentes épocas estas claramente estadounidenses insisten en sus histerias e intentan convencer de un bello matrimonio en el que sus perfectos maridos jamás las reprocharán nada, dando igual lo que hagan o lo injustas que sean siendo este sopor, digo soportar, la manera de ir avanzando en sus historias de pareja.

Si poco tiene este cuento para los que vivieron esos años televisivos con su Arguiñana particular nada le veo a los que nos resulta algo hasta ridículo que nos hablen de semejante personaje fruto de una etapa un tanto pueril de USA-dichas tierras. Vamos, que esta peli puede tener tanto interés para alguien como yo como puenso lo tendría para los americanos el ver como llego a la fama la Masiel (es un suponer) y verla diecisiete veces cantando el lalala... desde niña... o algo así.

Buena peli para ver según se remiendan calcetines o se hace un suflé, da igual lo que te despistes que no te pierdes nada, tipo culebrón pero de los largos.

Lo que la salva de no ser una clara pelicula de serie B de despues de los anuncios de los abdomineitor de la noche es poder ver en este registro a Meryl Streep haciendo malabarismos para salvar un personaje del que consigue sea tan humano como ridículo.

Solo la recomendaría para un publico femenino tradicional que disfrute de las reuniones de topeguay y de las de exalumnas de cole de pago.

Final extraño para más Inri... no, no te lies que tampoco.