La trama de esta película nos sumerge en la vida de dos amigas que buscan desesperadamente encontrar algo que les dé sentido a sus vidas. A través de sus experiencias, somos testigos de su lucha por encontrar un propósito en un mundo que parece vacío y carente de significado.

La actuación de Greta Fernández y Elena Martín es destacable, ya que logran transmitir de manera convincente la angustia y el vacío existencial que embargan a sus personajes. Sus interpretaciones capturan la complejidad emocional de sus dilemas personales, permitiéndonos conectar con su desesperanza.

La dirección de Àlex Lora es efectiva en su mayoría, logrando momentos impactantes que nos sumergen aún más en el estado emocional de las protagonistas. Sin embargo, en algunos momentos se percibe cierta insistencia, como si se esforzara demasiado en transmitir un mensaje profundo, lo cual puede restarle naturalidad a ciertas escenas.

La partitura y la cinematografía contribuyen en gran medida a crear una atmósfera de melancolía y desesperanza. La música evocadora y la cuidada composición visual nos sumergen en el mundo interior de las protagonistas, añadiendo capas emocionales a la historia.

El ritmo y la edición son en su mayoría acertados, logrando mantener el interés del espectador a lo largo de la película. Sin embargo, en algunos momentos el ritmo se vuelve un tanto lento, lo cual puede resultar un desafío para aquellos que buscan un desarrollo más ágil de la trama.

Aborda el vacío existencial en nuestro mundo actual y se sumerge en temas profundos y complejos, nos invita a reflexionar sobre nuestras propias vidas y el sentido que les damos en un entorno que a menudo nos desafía.

Logra transmitir su mensaje y provocar reflexiones en el espectador. Aunque presenta algunos puntos que podrían haber sido pulidos, en general, es una propuesta cinematográfica que invita a sumergirse en las complejidades de la existencia humana.