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España España · Logroño
Voto de Pablo Veiga:
7
Drama En 1920, Gran Bretaña contaba con dos atletas excepcionales: Harold Abrahams y Eric Lidell. Las razones que los movían a correr era tan diferentes como sus vidas: pertenecían a mundos distintos, cada uno tenía sus propias creencias y su propio concepto del triunfo. (FILMAFFINITY)
20 de marzo de 2024
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nos lleva a la década de 1920 en Gran Bretaña, donde dos atletas excepcionales, Harold Abrahams y Eric Lidell, destacan en el mundo del atletismo. Aunque sus motivaciones y trasfondos son muy diferentes, ambos se esfuerzan por alcanzar la grandeza en sus carreras atléticas, cada uno impulsado por sus propias creencias y conceptos del triunfo.

La dirección de Hugh Hudson es interesante y perspicaz, capturando hábilmente la atmósfera y el espíritu de la época. Hudson presenta las vidas de Abrahams y Lidell con un enfoque sensible, explorando sus motivaciones y desafíos con profundidad. Su dirección logra transmitir la intensidad y la emoción de las competiciones atléticas, así como los conflictos internos y las luchas personales de los protagonistas.

El guion es potente y conmovedor, centrándose en las vidas y aspiraciones de Abrahams y Lidell mientras luchan por alcanzar sus metas. La narrativa está hábilmente estructurada para explorar los temas de la determinación, la fe, el sacrificio y el triunfo, ofreciendo una reflexión profunda sobre el significado del éxito y la realización personal en el contexto del deporte de competición.

Aunque las actuaciones pueden ser consideradas flojas, son eficientes en transmitir las emociones y los conflictos de los personajes. Los actores logran encarnar convincentemente las personalidades y motivaciones de Abrahams y Lidell, permitiendo al espectador conectarse emocionalmente con sus viajes individuales.

El aspecto técnico es tremendo, destacando especialmente la fotografía y la banda sonora. La cinematografía captura la belleza de los paisajes británicos y la elegancia de las competiciones atléticas, mientras que la banda sonora, con su icónica melodía principal, añade una dimensión adicional de emoción y energía a la película.
Pablo Veiga
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