"Lights Out" es un corto terrorífico y entrañable a su vez. La tensión que sientes durante su breve duración, para llevarte el típico sobresalto con una sonrisilla de oreja a oreja al final está genial. Es una cosa que en 2013 llamo la atención por ser algo vistoso y es un corto bajo mi punto de pista referencia del mundillo del terror.

Entonces alguien tuvo la genial idea de hacer de ese corto, un film. No muy largo, de 70 minutos y con historia y explicaciones. El resultado es un subproducto de muy bajo nivel destinado a que preadolescentes acompañados de un adulto (o no) griten en el cine ante los "screamers" en pantalla.

Porque el terror ya no es terror como tal. Son subidas de volumen repentinas donde evidentemente el cuerpo va a generar una reacción a ese estímulo. Pero ese día, en el que veas esta película, podrás apagar la luz al dormir.

Mala, plana, previsible y aburrida. Ver y tirar.