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Voto de Vampiro:
8
8,1
121.879
Drama
Para sobrellevar el insomnio crónico que sufre desde su regreso de Vietnam, Travis Bickle (Robert De Niro) trabaja como taxista nocturno en Nueva York. Es un hombre insociable que apenas tiene contacto con los demás, se pasa los días en el cine y vive prendado de Betsy (Cybill Shepherd), una atractiva rubia que trabaja como voluntaria en una campaña política. Pero lo que realmente obsesiona a Travis es comprobar cómo la violencia, la ... [+]
29 de abril de 2024
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Consagración de Martin Scorsese tras "Malas calles" y puesta en el radar internacionalmente del Italo-americano. De Niro venía de "El Padrino 2" y tuvo que bajarse las expectativas y continuar con el contrato acordado de esta producción de bajo presupuesto, que más allá de presentarnos un argumento o una trama, nos narra la evolución de un personaje y una interpretación bárbara (como de costumbre) de De Niro. Increíble también una prácticamente niña Jodie Foster. Música excelsa, tomas con muchísima fuerza y una ambientación neoyorquina de lujo.
La película va a ser spoileada sutilmente en la zona de abajo y con un tono distinto por tratarse de esta obra.
Travis Bickle pasó a la historia y con razón. Excelente análisis de una América post guerra de Vietnam y un grito contra la soledad y la amargura.
La película va a ser spoileada sutilmente en la zona de abajo y con un tono distinto por tratarse de esta obra.
Travis Bickle pasó a la historia y con razón. Excelente análisis de una América post guerra de Vietnam y un grito contra la soledad y la amargura.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Necesitamos ponernos un uniforme, que a veces nos queda grande, pero frente al espejo nos vemos los mejores.
Necesitamos idealizar una mujer como un ángel, cuando esa mujer tiene sus virtudes y sus defectos. Si metemos la pata en algún momento lo pagaremos caro, y cuanto más insistamos y roguemos su perdón, más se distanciará de nosotros y pasará antes a otra cosa más importante que alguien que las pone en un pedestal en vez de tratarlas de igual a igual.
Creemos que un político en una legislatura de cuatro u ocho años va a arreglar un país, cuando ese político cumple su mandato se retira y queda con una pensión vitalicia. Creemos que todo tiempo pasado fue mejor y que hay que hacer una criba social para que todo mejore, olvidándonos de que el cambio empieza por nosotros mismos.
Buscamos el consejo en nuestros amigos, los cuales hacen que nos escuchan, nos dicen que hay que aguantar y que todo "ya mejorará", siendo un discurso que a veces nos deja peor que antes de exponer el problema.
Un día una mala mirada que no termina en conflicto de milagro y una experiencia algo fuera de lo común nos ponen a pensar. Está bien estar solo, ¿pero sentirse solo? Con la soledad se convive, ¿pero con la amargura? Es mucho mas difícil de lidiar. Una mínima ilusión ya sea una desconocida niña, puede devolvernos a la luz y hacer que nuestro a veces taciturno ser despierte. Para bien o para mal.
Entonces pasamos a la acción. Hacemos eso que todo el mundo piensa en algún momento, pero nadie hace hasta que no tiene nada que perder. Haremos el bien y no mirar a quien. Llamaremos la atención para volver a sentirnos vivos. Dejaremos los trabajos monótonos a un lado y la pesada rutina, para hacernos notar. Nos iremos al otro mundo, llevándome a la mayor escoria posible por delante. Lo que representa la escoria de las calles, o el mayor exponente de la inmoralidad.
El tiro nos sale por la culata. Cumplimos nuestro cometido, ¡pero seguimos vivos!. Somos alguien, salimos en los periódicos, recibimos cartas de agradecimiento... hasta que la rutina vuelve a apoderarse de nosotros de nuevo, la felicidad es temporal.
No podemos evitar los males del mundo, sino tratar de no generar más conflictos. Y cuando muy de vez en cuando (quizá nunca) las cosas nos vayan bien y se nos acerquen los que antes nos ignoraban, sólo nos queda no ser igual de fríos e interesados que ellos, sin confundir el no ser grosero con perdón o adulación. Seguir el camino, mirar el retrovisor y ver que seguimos siendo un poco mejores pero todavía, un simple taxi sin rumbo.
Necesitamos idealizar una mujer como un ángel, cuando esa mujer tiene sus virtudes y sus defectos. Si metemos la pata en algún momento lo pagaremos caro, y cuanto más insistamos y roguemos su perdón, más se distanciará de nosotros y pasará antes a otra cosa más importante que alguien que las pone en un pedestal en vez de tratarlas de igual a igual.
Creemos que un político en una legislatura de cuatro u ocho años va a arreglar un país, cuando ese político cumple su mandato se retira y queda con una pensión vitalicia. Creemos que todo tiempo pasado fue mejor y que hay que hacer una criba social para que todo mejore, olvidándonos de que el cambio empieza por nosotros mismos.
Buscamos el consejo en nuestros amigos, los cuales hacen que nos escuchan, nos dicen que hay que aguantar y que todo "ya mejorará", siendo un discurso que a veces nos deja peor que antes de exponer el problema.
Un día una mala mirada que no termina en conflicto de milagro y una experiencia algo fuera de lo común nos ponen a pensar. Está bien estar solo, ¿pero sentirse solo? Con la soledad se convive, ¿pero con la amargura? Es mucho mas difícil de lidiar. Una mínima ilusión ya sea una desconocida niña, puede devolvernos a la luz y hacer que nuestro a veces taciturno ser despierte. Para bien o para mal.
Entonces pasamos a la acción. Hacemos eso que todo el mundo piensa en algún momento, pero nadie hace hasta que no tiene nada que perder. Haremos el bien y no mirar a quien. Llamaremos la atención para volver a sentirnos vivos. Dejaremos los trabajos monótonos a un lado y la pesada rutina, para hacernos notar. Nos iremos al otro mundo, llevándome a la mayor escoria posible por delante. Lo que representa la escoria de las calles, o el mayor exponente de la inmoralidad.
El tiro nos sale por la culata. Cumplimos nuestro cometido, ¡pero seguimos vivos!. Somos alguien, salimos en los periódicos, recibimos cartas de agradecimiento... hasta que la rutina vuelve a apoderarse de nosotros de nuevo, la felicidad es temporal.
No podemos evitar los males del mundo, sino tratar de no generar más conflictos. Y cuando muy de vez en cuando (quizá nunca) las cosas nos vayan bien y se nos acerquen los que antes nos ignoraban, sólo nos queda no ser igual de fríos e interesados que ellos, sin confundir el no ser grosero con perdón o adulación. Seguir el camino, mirar el retrovisor y ver que seguimos siendo un poco mejores pero todavía, un simple taxi sin rumbo.