FA
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9
7,3
35.283
Ciencia ficción. Drama. Comedia
En un extraño y deprimente universo futurista donde reinan las máquinas, una mosca cae dentro de un ordenador y cambia el apellido del guerrillero Harry Tuttle (Robert de Niro) por el del tranquilo padre de familia Harry Buttle, que es detenido y asesinado por el aparato represor del Estado. El tranquilo burócrata Sam Lowry (Jonathan Pryce) es el encargado de devolver un talón a la familia de la víctima, circunstancia que le permite ... [+]
17 de mayo de 2005
19 de 27 usuarios han encontrado esta crítica útil
‘Brazil’ es la obra maestra de Terry Gilliam, uno de los seis miembros de los Monthy Python, el menos actor y más cineasta, que dirigió junto a otro de los integrantes del inolvidable grupo inglés, Terry Jones, algunas de las películas del sexteto.
‘Brazil’ es un portento de imaginación, alucinación visual y diseño artístico, que envuelven una historia apasionante y divertida sobre el papel del ser humano en un mundo futuro y deshumanizado, controlado por las máquinas al estilo de lo que Orwelll profetizó en “1984” con el concepto del Gran hermano, conocido masivamente por “otras cuestiones”.
No he visto nunca un mundo como el que Gilliam propone en este maravilloso cuento mágico, con un universo desmoralizante y fascinante al tiempo. La crítica al totalitarismo es evidente, pero la preocupación y el objetivo de la película es más artístico y estético que otra cosa.
La película tiene además una divertida y fugaz aparición de Robert de Niro y Bob Hoskins, como unos surrealistas “limpiadores”. Inolvidable.
‘Brazil’ es un portento de imaginación, alucinación visual y diseño artístico, que envuelven una historia apasionante y divertida sobre el papel del ser humano en un mundo futuro y deshumanizado, controlado por las máquinas al estilo de lo que Orwelll profetizó en “1984” con el concepto del Gran hermano, conocido masivamente por “otras cuestiones”.
No he visto nunca un mundo como el que Gilliam propone en este maravilloso cuento mágico, con un universo desmoralizante y fascinante al tiempo. La crítica al totalitarismo es evidente, pero la preocupación y el objetivo de la película es más artístico y estético que otra cosa.
La película tiene además una divertida y fugaz aparición de Robert de Niro y Bob Hoskins, como unos surrealistas “limpiadores”. Inolvidable.