Haz click aquí para copiar la URL
España España · Cáceres
Voto de Tiggy:
7
Terror Ésta es una de las primeras versiones sobre el mítico vampiro. Fue realizada por la Universal, productora especializada en el cine de terror. El conde Drácula abandona los Cárpatos y se traslada a Occidente, llevándose como sirviente a un contable. Una vez instalado, se enamora de una joven que ya está prometida. Empieza a a visitarla por las noches y va bebiendo su sangre poco a poco para convertirla así en su esposa. Pero el malestar ... [+]
31 de marzo de 2020
Sé el primero en valorar esta crítica
Fiel adaptación de la novela homónima de Bram Stoker donde Tod Browning, director habitual en el género de la época, nos brinda la imagen más distribuida e icónica del vampiro, realizada por un teatralmente apoteósico Béla Lugosi dando vida al rey de los vampiros: Drácula. Inspirando temor desde una interpretación que reflejaría la concepción popular y universal del personaje de ficción, Lugosi transmite todo aquello que esperaríamos del personaje que encarna: educación exquisita, casi aristocrática, atracción erótica, inteligencia y sabiduría, un misterio lúgubre y poético, apariencia y planta, todo ello desde sus movimientos tanto corporales como faciales, un manierismo extremadamente cuidado y un fonetismo perfecto (también ayudaba mucho su nacionalidad húngara) de la Europa del este. Acompañado de un buen elenco, en el que destacan Dwight Frye (Renfield), actor destacado en estas producciones y que repetiría su papel de siervo El doctor Frankenstein (James Whale, 1931), y una Helen Chandler que ofrece la inocencia y preocupación, así como el enamoramiento inusitado que necesita el papel de Mina Harker. El guión, algo escueto, da la sensación que transcurre a trompicones por la condensación de una historia tan larga en tan poco metraje (72 minutos), el montaje no siendo de ayuda, aunque funciona bastante bien suprimiendo las partes más densas de la historia, perdiendo profundidad en su personajes, sí, pero todos conocemos esos personajes que forman parte de la cultura popular. Como se podría esperar de Tod Browning, tanto decorados y vestuario son unas absolutas delicias que en seguida colocan al espectador en el momento y lugar en el que suceden los hechos, siendo Transilvania o Londres, la casa de los Harker o la abadía de Drácula, necesitando pocos recursos escenográficos lo consigue a la perfección sabiendo cómo colocarlos adecuadamente para crear la atmósfera idónea para la sucesión de acciones. Con efectos especiales muy básicos (básicamente muñecos colgados de hilos), algo que debe envidiar bastante a sus compañeras de la época, Browning se ayuda de la imaginación y sugestión del espectador para crear las situaciones que necesita y que por falta de medios no podía realizar, como son los teletransportes o la telepatía del conde, basándose en muchísima teatralidad y cambios de plano bruscos, o primeros planos, para ocultar parte de la acción y que el espectador las cree a raíz de sus conjeturas. La iluminación es sin duda lo más sobresaliente de la película, empleada literalmente al milímetro (ya que, también, es algo primordial para sus personajes) en enfoques y planos, evocando muy ligeramente el expresionismo de su predecesora Nosferatu (F. W. Murnau, 1922). Gran película de terror (y romance) a manos de un maestro artesano como Browning, que, con desparpajo, asentaría en el subconsciente de todas las personas la imagen del vampiro, la imagen de Lugosi, la imagen de Drácula. 'La sangre... es la vida.' (7.5).
Tiggy
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?

Últimas películas visitadas
No image
1990
Edward Burke ...
Flores de septiembre
2003
Pablo Osores ...
arrow