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España España · Córdoba
Voto de laranra:
10
Drama Suecia, mediados del siglo XIV. La Peste Negra asola Europa. Tras diez años de inútiles combates en las Cruzadas, el caballero sueco Antonius Blovk y su leal escudero regresan de Tierra Santa. Blovk es un hombre atormentado y lleno de dudas. En el camino se encuentra con la Muerte que lo reclama. Entonces él le propone jugar una partida de ajedrez, con la esperanza de obtener de Ella respuestas a las grandes cuestiones de la vida: la ... [+]
5 de mayo de 2009
12 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Bergman es lo que tiene. Te engancha como a un tontito. A poco que te intereses por la imaginería y el pensamiento de este creador tan personal quedarás prendado para siempre de su mundo negro y sus obsesiones primarias, desoladoras, enormes. Está claro que nunca se le ha considerado un optimista. Eso queda palpable con películas de la negrura de "El séptimo sello". En ella se nos acerca a un momento histórico en el que la muerte caminaba por la tierra invadiendo todos los ámbitos de la vida cotidiana. Me refiero a la gran plaga, la peste negra que asoló Europa en el siglo XIV. Parece un momento idóneo para lanzarse al carpe diem feroz, aunque para Bergman es mejor para hacerse las preguntas de siempre. El caballero cruzado (un enorme Max Von Sydow) trata de engañar a la muerte en una partida de ajedrez que solo sirve para alargar lo inevitable. Mientras, atraviesa aldeas e iglesias invadidas por el miedo cegador de un cristianismo castrante que ve en la epidemia una oportunidad única de aumentar su poder a través del miedo a la condena. En este ambiente de pensamiento único destaca el pensamiento lúcido, libre y despreocupado de Juan, el escudero. Un hombre rudo con mucho más que decir de lo que parece a simple vista. Es la sencillez del hombre salvaje. La bondad real por encima de la que predican los charlatanes.

¿Qué hay después? Es la pregunta desesperada del caballero. Nadie puede contestarle. Ni Dios, ni Satán, ni la misma Muerte. En su partida desesperada consigue algo más que alargar su agonía. Consigue distraer a la parca mientras José y María, la pareja de alegres comediantes, escapan con su hijo Miguel. Todo un regalo que asoma en la forma de la dosis de alegría y esperanza mínimas a las que Bergman nos acostumbra. Cuando todo está negro y los ángeles tocan las trompetas del apocalipsis aún queda un hálito de esperanza representado por estos tres personajes que parecen sobrevivir a una humandad corrompida y llena de miedos y odios. Parece que al fin y al cabo hay un futuro.
laranra
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