Cómo no sentir lástima por Marcello. Es un pobre infeliz cuyo único ‘pecado’ es su ausencia de carácter, de voluntad, y, al parecer, también de inteligencia. Es un pelele en manos de la vida, del destino, de la voluntad de los demás. No dice esta boca es mía. Pero no es mala persona, no supone un peligro para nadie. El problema es que ha caído en las redes de un malvado y abusón matón del barrio, sin principios, sin moral. Y Marcello está perdido. Porque es como la bolita blanca que dejan caer en la ruleta del casino. Su destino no lo maneja él, se encuentra al albur de dónde caiga y las posibles consecuencias que ello conlleve.

Gran interpretación por parte de Marcello Fonte, que borda su papel.

Gran escenario para que transcurra la historia. Ese suburbio decadente, pintoresco; que queda como testigo lánguido de haber conocido tiempos mejores. Tiene una cierta belleza arrabalera que me fascina, a medio camino entre el ladrillo, la playa y el mar.

P.D. La película está inspirada en hechos reales ocurridos en Roma (Italia) en 1988. Un peluquero de perros encarceló y asesinó a un ex boxeador que lo acosaba. Este crimen ha pasado a la posteridad con el nombre de ‘delitto del canaro’.

P.D. (2) El barrio que aparece en la película, donde tiene su peluquería el protagonista, se llama Parco Saraceno, y no pertenece a Roma, sino a la población costera de Villaggio Coppola.