El camino que lleva hasta el infierno está alfombrado de jalones hechos de negocios familiares, de interrelaciones entre hermanos, de infidelidades conyugales, de matrimonios rotos, de reproches, de pensiones impagadas y de malas decisiones… y en cuanto te descuidas te verás corriendo, desesperado, intentando huir de lo inevitable, antes de que el diablo sepa que has muerto.

Lo que en principio parece ser un thriller se va transformando en una senda hacia la agonía y la pesadumbre… A través de una desasosegante narración en la que despuntan cuatro soberbias actuaciones: Philip Seymour Hoffman cómo el hermano mayor, un heroinómano de alto standing, un hombre desesperado que se enfrenta a una auditoria que pondrá de manifiesto el desfalco que ha cometido, Ethan Hawke cómo el hermano menor, un hombre débil, que no alcanza para pagar la pensión alimenticia de su hija a su exmujer, Marisa Tomei cómo esposa del primero y amante del segundo y Albert Finney cómo el padre de éstos.

Sidney Lumet firma su última obra y nos deja, con ella, un recuerdo imborrable que en cierto modo nos devuelve a “Tarde de perros”. En “Antes que el diablo sepa que has muerto” se dibuja una tarde de perros envuelta en amargura, desconsuelo y de agrias lágrimas unas breves gotas del más ácido humor…