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España España · Valencia
Voto de Saturnal:
9
Drama Shuji Terayama debutó como director con este film sobre la alienación y el ansia por una revolución sociopolítica por parte de la contracultura juvenil de los 60. A través de imágenes fragmentarias el director nos narra la incertidumbre y el caos en los que se ve sumido un joven y su familia disfuncional. (FILMAFFINITY)
6 de octubre de 2011
16 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
"...¡La quinta sinfonía de Beethoven, tartamudea... El corazón, tartamudea!..."

Pero el corazón no nos puede tartamudear, preso del paroxismo... ni la garganta ni el estómago...

No es una película, son dos docenas de películas en una sola. Dos docenas de películas por Terayama. Una por los hombres que vuelan, otra por los hombres que ya no vuelan y ven reducidos a cenizas sus sueños, otra por el lagarto dentro de la botella, otra por Japón, otra por los conejos que hacen cosquillas en los pechos, otra por el sexo, otra por el útero materno, otra por Mayakovski, otra por lo idelógico, otra por lo antiideológico, otra por... ninguna por el amor... aunque esta ausencia no resta nada...

Es lo más tremendamente sorprendente, rompedor e indescriptible que he visto jamás.

Lo que en principio parecía un puro panfleto ideológico da paso a una de las obras más personales, complejas e intrincadas que se puedan concebir.

No puede haber salido de mente humana... no puede nacer de un simple hombre semejante repertorio de imaginería, de símbolos, de metáforas, de colores, de quimeras, de originalidad, de intelectualidad cinematográfica... y cómo no, de miedos, de dolores y de desesperaciones y de desesperanzas...

Es un canto de esperanza, pero a la vez es la falta más absoluta de ella...

Me pregunto cómo pudo un hombre así morir de enfermedad... Con ese mundo de fantasmas que debió de llevar a cuestas, sólo un suicidio habría sido comprensible... Pero es que resulta que los fantasmas no sólo llevan al suicidio, los fantasmas también generan las enfermedades que nos matan los cuerpos...

Pero los fantasmas, también pueden convertir a un hombre en un genio incontestable... Marcado por el abandono y por el abuso sexual en su infancia, Terayama pudo regalarnos este grito de tormento, de rabia y de rebeldía, y de belleza arrebatadora.

Una no acaba de creer lo que acaba de presenciar. Sólo puedo escribir desde el reino de la oscuridad, el único reino posible... porque cuando la pantalla quede en blanco, que no tema el protagonista, que no nos olvidaremos de él, que no crea que al encenderse las luces, cuando ya ni siquiera nos quede la pantalla en blanco, todo se borrará de un plumazo... esto deja en nosotros una huella indeleble, una herida perpetua e incurable...

La recomiendo fervientemente, pero toda advertencia es poca para quien decida atreverse a adentrarse en ella...
Saturnal
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