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Voto de Guason:
8
7,4
23.600
Drama
Principios del siglo XX. Narra la historia de Celie, una adolescente negra de catorce años que está embarazada de su propio padre, un hombre despótico y cruel. A partir de entonces su vida estará llena de dolor y humillaciones. (FILMAFFINITY)
20 de diciembre de 2011
22 de 28 usuarios han encontrado esta crítica útil
El excelente director Steven Spielberg, que durante su extensa carrera ha sabido conjugar y complementar como pocos dos estilos de manufactura cinematográfica diferentes, es más casi inconexas entre sí, ha apostado constantemente a ahondar en el humanismo y con un profundo y auténtico sentido artístico a la hora de contar historias circunscritas por los sentimientos, determinadas por diferentes contextos históricos o mentales; creo que es en este punto en donde, en forma paralela a la devoción absoluta de un cuantioso sector del público, se originan muchas distorsiones de elementos comunes a su estilo etiquetados como ciertas irregularidades.
En una visión panorámica, e incluso es posible que inmediatamente después de visionar esta obra, se podrían presentar múltiples impresiones dudosas respecto a la construcción narrativa y exposición dramática, por lo que me he decidió a escribir lo que creo Steven ha dicho muy bien, y en el fondo, su portentosa labor ha superado prejuicios y panfletos ideológicos muy afín a la reacción de un determinado sector del público hacia este tipo de productos.
Es fácil imaginar y en consecuencia pensar que esta película está marcada por los estereotipos, las caricaturizaciones o las manipulaciones respecto a la representación de los personajes. Muy a primera vista, el grupo está dividido entre los negros buenos y los negros malos, pero es una verdad rotunda que uno de los puntos de anclaje de esta obra es la abrumadora profundización de todos ellos. Cada rol, y cada manifestación de los sentimientos y pensamientos que constituyen la misma, sugieren un trasfondo cultural-social que se circunscribe de forma exacta y totalmente veraz con el drama individual de Celie respecto a su condición étnica y corporal, con el contexto histórico en que cual los personajes toman sus decisiones y en definitiva se comportan.
Nunca vemos a Celie en una idealización del carácter de mujer negra víctima de abusos de alguna especie de elite; nunca vemos al descerebrado que tiene por esposo sin ningún matiz (en especial al final) que sugiera ciertos fantasmas o preceptos sociales que determinen en gran forma su ética y sus fórmulas de comportamiento; nunca vemos una caricaturización de ciertas razas; nunca vemos la descripción excesiva y con un valor absoluto de pesimismo y desolación, de la posición de víctima que evidentemente existió para esa raza, en especial en ese sector geográfico de ese país; y finalmente, y es aquí donde residen las virtudes que hacen de vehículo narrativo para construir todas sus bellas metáforas, edificar el auténtico y puro mensaje y describir emocionalmente a cada uno de los personajes, nunca vemos una visión panfletaria, fundamentalista, ideológica, simplista de la realidad depositada en la mesa del espectador.
En una visión panorámica, e incluso es posible que inmediatamente después de visionar esta obra, se podrían presentar múltiples impresiones dudosas respecto a la construcción narrativa y exposición dramática, por lo que me he decidió a escribir lo que creo Steven ha dicho muy bien, y en el fondo, su portentosa labor ha superado prejuicios y panfletos ideológicos muy afín a la reacción de un determinado sector del público hacia este tipo de productos.
Es fácil imaginar y en consecuencia pensar que esta película está marcada por los estereotipos, las caricaturizaciones o las manipulaciones respecto a la representación de los personajes. Muy a primera vista, el grupo está dividido entre los negros buenos y los negros malos, pero es una verdad rotunda que uno de los puntos de anclaje de esta obra es la abrumadora profundización de todos ellos. Cada rol, y cada manifestación de los sentimientos y pensamientos que constituyen la misma, sugieren un trasfondo cultural-social que se circunscribe de forma exacta y totalmente veraz con el drama individual de Celie respecto a su condición étnica y corporal, con el contexto histórico en que cual los personajes toman sus decisiones y en definitiva se comportan.
Nunca vemos a Celie en una idealización del carácter de mujer negra víctima de abusos de alguna especie de elite; nunca vemos al descerebrado que tiene por esposo sin ningún matiz (en especial al final) que sugiera ciertos fantasmas o preceptos sociales que determinen en gran forma su ética y sus fórmulas de comportamiento; nunca vemos una caricaturización de ciertas razas; nunca vemos la descripción excesiva y con un valor absoluto de pesimismo y desolación, de la posición de víctima que evidentemente existió para esa raza, en especial en ese sector geográfico de ese país; y finalmente, y es aquí donde residen las virtudes que hacen de vehículo narrativo para construir todas sus bellas metáforas, edificar el auténtico y puro mensaje y describir emocionalmente a cada uno de los personajes, nunca vemos una visión panfletaria, fundamentalista, ideológica, simplista de la realidad depositada en la mesa del espectador.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Tan riesgoso fue tocar un fondo tan sensible, con una estética melodramática y afín a la sensibilidad, pero en manos de un grande, sobre todo en este tipo de conceptos humanistas, como Spielberg se hace posible y creíble una historia que en cualquier otro se vería inverosímil.
Como en las teorías metafísicas de Terrence Malick, comprendemos que los personajes y aspectos de su naturaleza y la procedencia de sus relaciones con el entorno y entre ellos mismos, conforman un todo dinámico y autosustentable, en el cual cada rama y raíz de sus edificaciones manifiesta atisbos de la naturaleza de una gran y única estructura.
El maravilloso personaje de Celie, nos deslumbra como centro de toda esta gran estructura dramática que se origina en la descripción de una realidad. En ella vemos la desolación inherente a la opresión de sentimientos y a la distorsión, por factores de ignorancia, de la esencia y la dignidad del ser humano. En ella, vemos como florece una amistad que rejuvenece y regenera todos los recónditos espacios inutilizados producto de la propia incultura de su círculo y la elite imperante, y la búsqueda de la realización espiritual en base a la contemplación y vivencia de los detalles efímeros y de la búsqueda de los grandes placeres en base a la verdad del propio ser. Su esposo, sin lugar a réplica, es un cavernícola sin escrúpulos, pero en ningún momento se le caricaturiza, puesto que hay un matiz constante, en la brillante inclusión de un trasfondo social-cultural, con una variedad de conceptos y preceptos imperantes y sin replanteamientos que configuran todo su actuar y determinan el rumbo de sus existencias, es decir comprendemos que todas las atrocidades que comete él y su séquito de machotes, responde a un estímulo que se perpetua y origina en los panfletos ignorantes de la mayoría de la sociedad, y que su deshumanización es producto de lo superfluo de determinados discursos trillados de la cultura popular misma.
Al final, más allá de las evidentes inanes situaciones demasiado coloridas, ciertos momentos redundantes en el discurso del filme, y sus irregularidades respecto a los excesos del tono en determinadas instancias, nos queda una congoja y una estupefacción producto de la belleza deslumbrante de la perfección de las emociones y lo bello de la conjugación de su mensaje puro con la brillante construcción dramática.
Como en las teorías metafísicas de Terrence Malick, comprendemos que los personajes y aspectos de su naturaleza y la procedencia de sus relaciones con el entorno y entre ellos mismos, conforman un todo dinámico y autosustentable, en el cual cada rama y raíz de sus edificaciones manifiesta atisbos de la naturaleza de una gran y única estructura.
El maravilloso personaje de Celie, nos deslumbra como centro de toda esta gran estructura dramática que se origina en la descripción de una realidad. En ella vemos la desolación inherente a la opresión de sentimientos y a la distorsión, por factores de ignorancia, de la esencia y la dignidad del ser humano. En ella, vemos como florece una amistad que rejuvenece y regenera todos los recónditos espacios inutilizados producto de la propia incultura de su círculo y la elite imperante, y la búsqueda de la realización espiritual en base a la contemplación y vivencia de los detalles efímeros y de la búsqueda de los grandes placeres en base a la verdad del propio ser. Su esposo, sin lugar a réplica, es un cavernícola sin escrúpulos, pero en ningún momento se le caricaturiza, puesto que hay un matiz constante, en la brillante inclusión de un trasfondo social-cultural, con una variedad de conceptos y preceptos imperantes y sin replanteamientos que configuran todo su actuar y determinan el rumbo de sus existencias, es decir comprendemos que todas las atrocidades que comete él y su séquito de machotes, responde a un estímulo que se perpetua y origina en los panfletos ignorantes de la mayoría de la sociedad, y que su deshumanización es producto de lo superfluo de determinados discursos trillados de la cultura popular misma.
Al final, más allá de las evidentes inanes situaciones demasiado coloridas, ciertos momentos redundantes en el discurso del filme, y sus irregularidades respecto a los excesos del tono en determinadas instancias, nos queda una congoja y una estupefacción producto de la belleza deslumbrante de la perfección de las emociones y lo bello de la conjugación de su mensaje puro con la brillante construcción dramática.