Y nunca más profanada. Porque dudo mucho volver a ver esta película.

Se trata de una rosa que te envuelve con su olor, pero que termina dejándote muy mal cuerpo. Para todo aquel que la posea, han de tener cuidado con sus espinas; pueden hacer mucho daño. Y quizás sea por eso que me resulte difícil olvidarla, porque es una de esas rosas que deja cicatrices.

Con actuaciones mejorables por parte de los actores principales, creo que la trama puede enganchar (a pesar de que muchas de las situaciones se cogen con pinzas). Sin embargo, no la considero una pérdida de tiempo ni mucho menos, y todo aquel que se sienta atraído puede visionarla.

No obstante, a mi no me sale de dentro recomendarla.