La historia, tan real como la vida misma y muy bien mostrada en la escena final, con un plano sobre una especie de cruce de caminos.
Alex (Eduard Fernández), decide volver y no salirse del ya elegido, pero la vida tiene varios momentos en los que se te ofrecen otras rutas a seguir. Casi siempre decidimos seguir con nuestra vida y nuestros planes, pero eso no hace que estés blindado a experimentar sentimientos, que se quedan ahí, pero que en definitiva, se experimentan..
Una "mini-historia" de amor que se produce dentro de la vida de dos personas, con dos proyectos de vida ya elegidos, y que deciden seguir.