Lo que podría ser (Before Sunrise) Lo que pudo haber sido (Before Sunset). Lo que es (Before Midnight).
Con estas mismas palabras, Ethan Hawke, describe a cada una de las películas de esta maravillosa trilogía.
Escoger una u otra película de la saga como nuestra favorita delata, de modo certero, nuestra manera de ser.
● Los más inocentes del lugar, los que cuentan con un “espíritu joven” y un “corazón entero” elegirán la primera entrega de la trilogía, deseosos de subir a un tren con destino a Viena y vivir su propia aventura.
● Los más racionales, aquellos que no idealizan el amor y no le temen a la rutina, los que defienden la belleza de la flor que se marchita, fijarán su atención en la última película.
● Antes del atardecer supone el refugio de aquellos que llevamos la nostalgia y el remordimiento como compañeros de viaje. Es una película hecha para los que nos quedamos anclados en los instantes bonitos, para los que nos faltaron palabras y ahora nos gustaría decirlas todas.
Jesse y Celine se pasan los 90 minutos de la película charlando, aunque, realmente se lo digan todo con la mirada. El paso del tiempo es evidente en la pareja, aunque su corazón permanezca en aquella noche veraniega en la capital austriaca.
No quiero ni debo decir nada más sobre este atardecer en París. Simplemente pon la maldita película y luego ponla otra vez y otra vez… Y de vez en cuando pierde algún avión, quizás, solo entonces, llegues a donde querías.