Aunque no está dirigida por Woody Allen, Sueños de seductor puede incluirse perfectamente en una relación de sus películas, tanto por ser el guionista — adaptando su propia obra teatral — y el actor protagonista como por tratarse de la primera expresión del tipo de películas que conocemos como "de Woody Allen" y que podría considerarse comedia existencial, un indudable salto cualitativo desde la comedia de gags que había realizado hasta ese momento. Por primera vez Allen interpreta a un intelectual — un crítico de cine — que sufre una suerte de angustia vital, en este caso debido a las mujeres. En efecto, Allan Felix es un desastre como seductor, por mucho que sufra alucinaciones en las le aconseja el mismísimo Humphrey Bogart — en la versión original se puede apreciar la brillante imitación del actor Jerry Lacy de la voz-gruñido de Bogey —, y las citas que le buscan sus amigos Linda y Dick nunca fructifican. Todo empezará a cambiar a raíz de que Allan se enamore de Linda, algo inconveniente pero al mismo tiempo útil para que Allan adquiera confianza en sí mismo. Herbert Ross filma con solvencia pero de manera convencional, privándole a la película de las dosis de locura y trasgresión que precisaba; con todo, es estimable y valiosa. Primera aparición en la filmografía de Woody Allen de la encantadora Diane Keaton, el mismo año en que rodó El padrino.