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Voto de Raul Cortina:
7
Terror Ésta es una de las primeras versiones sobre el mítico vampiro. Fue realizada por la Universal, productora especializada en el cine de terror. El conde Drácula abandona los Cárpatos y se traslada a Occidente, llevándose como sirviente a un contable. Una vez instalado, se enamora de una joven que ya está prometida. Empieza a a visitarla por las noches y va bebiendo su sangre poco a poco para convertirla así en su esposa. Pero el malestar ... [+]
21 de agosto de 2005
5 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
El cine ha creado, por fortuna, muchos mitos, entre ellos el del vampiro, una leyenda europea bastante ambigua (por ejemplo, tradicionalmente estaban muy ligados el mito de vampiro y hombre lobo que el cine se ha ocupado de separar). En el cine el vampiro es elegante y seductor (“conde” al fin y al cabo), siempre rodeado de sus bellas novias. Y todos creen que el vampiro siempre ha sido así.

Bram Stoker recogió estas leyendas sobre estos monstruos sanguinarios y buscando un nombre para el personaje de su novela se encontró con el del Conde Drácula de los Cárpatos, un sanguinario conde apodado Vlad el Empalador por su afición a empalar prisioneros. Y dio a luz al vampiro Conde Drácula, un monstruo sendiento sangre. Y era eso, un monstruos sediento de sangre. Poco a poco el cine creó la leyenda del vampiro, llegando a la cumbre en la película de Coppola, en la que “cruzaba océanos de tiempo” para reunirse con la reencarnación de su gran amor (por el que se convirtió en vampiro). Cualquier que haya leído el libro (y no que diga que lo ha leído) sabrá que en el libro Drácula quiere invadir Inglaterra para, literalmente, chuparle la sangre a todos sus habitantes. Y es Inglaterra porque Stoker era inglés. Si hubiera sido Polaco, Drácula hubiera querido invadir Polonia. Y si Drácula (el verdadero Vlad El Empalador) hubiera sido de la Patagonia el vampiro vendría de la Patagonia. Poco a poco se otorgó al vampiro ese “elemento liberador” con un amor perdido, un hombre refinado... que bienvenido sea pero no aparecía en el libro ni en las primeras versiones cinematográficas, como Nosferatu (el vampiro más feo visto en el cine), y por supuesto no aparecía en esta verión. En este aspecto, tanto Muranu como Browning son más fieles a la novela.

Es cierto que se nota el paso del tiempo en la película y que, en mi opinión, la versión de Coppola es mucho mejor. Pero antes de criticar algo hay que conocerlo bien, o por lo menos conocer el origen, en este caso, leerse el libro (y de verdad, no sólo ver la película "más fiel al libro", que no es por ello, ni tiene por qué serlo, una traslación letra a letra del libro).
Raul Cortina
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