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México México · Puebla
Voto de wraparty:
7
Thriller. Drama La cinta cuenta las circunstancias que rodearon al robo de varios artefactos prehispánicos del Museo Nacional de Antropología de la Ciudad de México en 1985, y la sorpresa de las autoridades al descubrir que los autores de semejante hazaña habían sido dos jóvenes marginales de los suburbios, Carlos Perches y Ramón Sardina (García Bernal y Leonardo Ortizgris), en lugar de los ladrones profesionales de arte a los que se le atribuía la ... [+]
28 de noviembre de 2018
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
En la navidad de 1985, México recibió su segunda sacudida del año, aunque esta vez fue más bien de carácter moral. Así, el 25 de diciembre los mexicanos amanecieron con la noticia de que, mientras celebraban junto con sus familias, el Museo de Antropología e Historia de la Ciudad de México había sido saqueado presuntamente por una banda especializada en el tráfico de arte. De esta forma, más de cien piezas del patrimonio cultural del país desaparecieron por más de tres años, hasta que un narcotraficante reveló que el “robo del siglo” había sido perpetrado por dos veinteañeros estudiantes de veterinaria que respondían a los nombres de Carlos Perches y Ramón Sardina. Al final, la policía pudo dar con el paradero de Perches y recuperar cien piezas, mientras que Sardina continúa prófugo de la justicia junto con siete reliquias de valor incalculable.

Basada en estos increíbles hechos reales, la nueva cinta de Alonso Ruizpalacios (Güeros) se presenta a sí misma como una réplica de la historia, contándola desde una perspectiva muy personal. En esta ocasión el acontecimiento gira en torno de Juan, un joven de clase media alta que se autoproclama como un nacionalista empedernido y que en todo momento busca objetar cualquier canon establecido, dígase capitalismo, el uso del término “prehispánico” en lugar de “mesoamericano” e incluso la tradición navideña de Santa Claus. A pesar de su supuesto amor por México, la motivación por ser la “oveja negra” de la familia y hacer algo “grande” por sí mismo, lo llevarán a robar el patrimonio de todo el país. Por otra parte está Wilson, un compinche en toda la extensión de la palabra que como un niño en cuerpo de adulto seguirá a su compañero aun cuando esto implique arriesgar su libertad y sus relaciones familiares. Así, ambos ejecutarán el golpe de sus vidas para después huir junto con el botín y recorrer el bajo mundo en busca de algún comprador.

Ruizpalacios inicia su trabajo de forma dinámica, permitiendo que el espectador conozca a fondo las particularidades de ambos personajes, incluyendo su entorno social y familiar. Posteriormente, la cinta alcanza su clímax de forma extraordinaria en el momento del robo, con una escena planteada de forma excelente. Hasta ese momento la película cumple y logra captar la atención de su público, no obstante, así como los remedos de hampones no saben qué hacer una vez que tienen el tesoro en sus manos, parece haberle ocurrido lo mismo al director con la trama, ya que en la segunda parte todo es desconcierto y una serie de situaciones absurdas que la vuelven cansada y tediosa. Tras el desconcierto, el filme concluye con un tercer acto cuyo final resulta ser bastante simplista y convencional.

En lo que se refiere al reparto, Gael García (Amores Perros, Desierto) cumple encarnando el papel de Juan, logrando transmitir las motivaciones y tribulaciones que pueden llevar a un joven de veinte años aparentemente normal a cometer actos que nunca se imaginaría ser capaz de realizar. Por otra parte, Leonardo Ortizgris (Güeros) hace lo propio como Wilson, con una interpretación que logra que el espectador llegue incluso a sentir desprecio por un personaje carente de voluntad propia.

Aunque dista mucho de ser perfecta, Museo tiene varios méritos. El primero es contar, aunque de una forma bastante alejada de la realidad, una historia desconocida por muchos y que forma parte de la cultura popular mexicana. Por otra parte, su ambientación es muy buena, ya que logra proyectar de manera convincente a la década de los ochenta valiéndose incluso de referencias al cine mexicano de esa época. Asimismo, el utilizar recursos audiovisuales históricos tales como un videoclip de Jacobo Zabludovsky dando la noticia del robo le da un toque bastante realista a toda la trama.

Es así como Alfonso Ruizpalacios logra proyectar esa doble moral que en ocasiones se presenta en algunos mexicanos que en su intento de postularse como “antisistema” terminan causando males aún peores que aquellos que intentan combatir. Además, le recuerda al espectador que existe un patrimonio cultural invaluable en México que no sólo merece ser admirado sino también protegido y sobre todo respetado. Por último, Museo sin duda adquiere valor por el hecho de que, sin ser del todo brillante, por lo menos ofrece una propuesta distinta al cine mexicano que ha tenido una oferta mediocre en los últimos meses.

Calificación: TÚ DECIDES.
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