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Voto de Llámame Pepe:
9
Aventuras. Acción Elliot Carver, un gran magnate de los medios de comunicación, sólo necesita conseguir los derechos de publicación en China para completar su emporio global. Su maquiavélico plan consiste en provocar una guerra entre Gran Bretaña y China, mediante el hundimiento de un buque de guerra inglés. James Bond emprenderá una misión contrarreloj para descubrir quién está detrás del peligroso incidente.
31 de octubre de 2012
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Gozad, oh, hermanos, gozad de este gran espectáculo que el todopoderoso Brosnan nos arroja desde el cielo, allí donde mora en una nube de martinis, mujeres y BMWs con misiles Stinger.

Si bien la fantasía mana a raudales en forma de saltos imposibles, esbirros completamente miopes a la hora de disparar, gadgets y un peinado siempre perfecto, el guión rebosa deslumbrante originalidad, humor y sorpresas.

Partiendo de un breve y delicioso prólogo en el que James Bond casi acaba ametrallado por terroristas, estrangulado, derribado, bombardeado por un misil de crucero y desintegrado por la explosión de unos torpedos nucleares, la película no hace sino crecer.
Cada nueva pista desvela una pequeña porción del colosal plan del villano. Ese Carver, mezcla de Steve Jobs y Bill Gates, rozando la demencia senil, no tiene mejor cosa que hacer que iniciar la tercera guerra mundial y, créanme cuando les digo que casi, casi lo consigue. De hecho, su plan es tan bueno que parece que cualquier multimillonario podría llevarlo acabo.

No hay vacíos argumentales. Simplemente una cosa lleva a la otra. Sin saltos. Perfecto.

Se cuentan por decenas los chascarrillos, las gracietas, las acrobacias, los diálogos imprevisibles y los momentos originales como, por ejemplo, la huida en moto esposados.

¿Y qué decir de los decorados? Simplemente, impecables. Ese barco fantasma en forma de catamarán, esa base secreta en un taller de bicicletas, la imprenta, ese rascacielos con la imagen de Carver...
Maldita sea el momento en que la tela verde sustituyó a la tramoya, el fuego y los escenarios por vacíos píxeles sin gracia ni valor. No creo ser el único que aprecie la realidad de los inmensos interiores del barco fantasma, la solidez metálica de los gadgets, la viveza de las llamas y los efectos reales de la física clásica sobre los cuerpos sólidos.

Pasad al spoiler si queréis leer algunas de las perlas soltadas en el film:
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Llámame Pepe
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