¿A quién no le gusta Lovecraft?.... qué levante la mano...

A todos os gusta.., ¿verdad?... Sobre todo a los que pululais por aquí, como un servidor. A todos nos gusta mucho, y nos ha gustado de siempre ese universo íntimo, ese "Territorio Lovecraft", esas fantasías infinitas, esos mundos extraños donde todo es posible, esos monstruos.., todas esas cosas íntimas que llevamos dentro, y que de manera genial Lovecraft con sus cuentos, hace que tomen entidad, que formen parte de la realidad, que afloren, que salgan a la superficie...


¿Cuántos sabiáis que Lovecraft era un racista empedernido, comprometido y recalcitrante?

¿Lo sabiáis?

Un hombre que decidió en una etapa de su vida abandonar New York porque no soportaba mezclarse con los negros, le daban miedo.... ¿Qué curioso verdad?.... Un escritor de cuentos de terror, acostumbrado a monstruos terribles, a situaciones horrorosas, a dimensiones lóbregas y desconocidas.....

...atemorizado por los negros de su barrio.......qué palo... ¿verdad?...

Pues bien, ahora que sabéis esto, todos aquellos y aquellas que habéis puntuado esta serie tan mal, como he podido comprobar, haced el favor de recapacitar sobre vuestro voto. Recapacitad y cambiadlo si es posible... Haced el favor... Ánda...

Porque Misha Green, esta chica simpática, jóven.., y de color, que es la showrunner de esta serie, no se merece vuestras notas tan bajas. No se lo merece. Porque, desde el título, este trabajo es una deliciosa reivindicación necesaria en este mundo en el que vivimos, y en el cada vez más gente mira hacia otro lado, sin prestar atención a la realidad que se desmorona a nuestro paso.

Es un trabajo magnífico, con capítulos fascinantes, con algunos FX realmente cuidados y sublimes.., todo ello respetando y ensalzando ese imaginario extraordinario de Lovecraft..., para terminar dejándolo en un segundo plano.

Porque la reivindicación que desprende en primer plano es deliciosa y necesaria, sobre todo en estos tiempos tan reaccionarios que nos está tocando vivir, es una manera directa de enfocar la historia.

Es un consuelo que vengan chicas.., jóvenes..., y de color.., a aportar, y a contribuir a cambiar estos parámetros tan férreos que tenemos impuestos, y a darles una aire nuevo cargado de mensaje y de esperanza.

Y además es divertida