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España España · Valencia
Voto de Carorpar:
8
Terror Sentado en un banco de un parque, Francis anima a su compañero Alan para que vayan a Holstenwall, una ciudad del norte de Alemania, a ver el espectáculo ambulante del doctor Caligari. Un empleado municipal que le niega al doctor el permiso para actuar, aparece asesinado al día siguiente. Francis y Alan acuden a ver al doctor Caligari y a Cesare, su ayudante sonámbulo, que le anuncia a Alan su porvenir: vivirá hasta el amanecer. (FILMAFFINITY) [+]
19 de febrero de 2012
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Título seminal de la más bella historia jamás contada, la del cine. Arquetipo absoluto de eso tan cacareado y temido que es el expresionismo alemán. Y su circunstancia. Intérpretes mucho más allá de la sobreactuación, deliciosos en la hipérbole de gestos. Y el espectador con dos dedos de alma encantado con ello, de tan entrañable, casi paleontológico. Pobreza lumínica causada por el racionamiento de medios y las barras de pan a miliardos de marcos, bendita lobreguez en cuyo vientre fecundo se gestará el noir, nada menos.
Fascinante, como este film todo, es el trabajo del departamento artístico, desde el inquietante entintado a veces sepia, otras lila, hasta la tipografía de los intertítulos. Mención aparte para la alucinada escenografía de tradición cubista que anuncia el surrealismo, la cual- dicen las malas lenguas- se explica por la mala letra de Robert Wiene al hacer el encargo. Este cura no se lo cree. Mi ojo estético se rebela frente a razón tan prosaica, tan casual, para maravilla tan retadoramente sublime ¡Y no son sino telas pintadas!
Además de en la escenografía recién reseñada, el origen teatral del director se plasma en cada plano. Imposibles muchos de ellos, o atrevidísimos, según sea el grado de conservadurismo del espectador, se trata de una más de las señas de identidad del expresionismo alemán, género cinematográfico en sí. Porque ¿dónde encuadrar este film? ¿Suspense? ¿Terror? Pobres etiquetas en las que encorsetar una creación como El gabinete del doctor Caligari. La formación teatral de Wiene está acreditada; sospecho en él, también, la pulsión del historiador del arte. Cómo no hacerlo viendo la velazqueña superposición de planos en la escena que anuncia la feria, superposición culminada con la espalda de Caligari ocupando la mitad del primer plano como el culo del caballo en "La rendición de Breda".
Metáfora evidente de la Alemania de Weimar, malformada recién nacida y ya herida de muerte, presenta un valor añadido, dada la fecha de realización: su clarividencia. El gabinete del doctor Caligari anuncia el advenimiento del demiurgo que conducirá de vuelta al desastre al inconsciente pueblo alemán, adormecido por la derrota y la humillación, sometido a los enloquecidos designios de aquél.
Carorpar
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