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España España · Santiago de Compostela
Voto de nudodobleblogspotcom:
5
Drama La policía llega a un barrio burgués de San Diego, donde un extravagante individuo ha levantado barricadas delante de una casa, en la que retiene a algunos rehenes. Gracias a los testimonios de los vecinos, el detective encargado de la investigación consigue datos sobre la extraña vida y aficiones del secuestrador. Producida por David Lynch y estrenada en el Festival de Toronto de 2009. (FILMAFFINITY)
14 de octubre de 2010
10 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Inquietante película firmada por Herzog al que hay que agredecer muchas cosas en esto del cine, especialmente, Grizzly Man, 2005, documental de sensibilidad infinita. Pero también es frecuente en la filmografía de Herzog este tipo de películas inquietantes que a primera vista sorprenden y mucho. Si, para cocinar el pastel, metemos un poco de Lynch, sabemos ya de antemano que esto no va a ser coser y cantar.
Y a fe que no lo es. Es difícil, a simple vista, coger el hilo y responder al porqué de esta cinta. Yo he encontrado ciertas claves, por otro lado bastante evidentes, repasando el olvidado mito de Orestes, muy presente en toda la película.
Existen similitudes muy grandes entre el Orestes de la Grecia clásica y lo que vemos en la película de Herzog. La recreación del mito de Orestes sufre, a manos de Herzog, una presentación un tanto más centrada en la caracterización psicológica de Brad McCullum y menos en el hecho que lleva al asesinato.
La madre de Brad muere a manos de su hijo al igual que la madre de Orestes y ambas son ensartadas por una espada.
El Orestes griego mata a su madre y a su tío por venganza, porque ellos habían matado al padre de Orestes siendo niño. En la película, el tío de Brad y su madre, parecen negarle como persona; son dos figuras que, mediante reproches, el tío, y con una relación morbosa, la madre, cohíben la personalidad del hijo sobrino.
Brad, al igual que Orestes, escucha su destino de forma mística, en Delfos el griego, en Perú Brad. Ese destino marca la vida de ambos para ejecutar lo que ellos creen que es ley divina. Cuando Brad va a asestar el golpe mortal pide que, por favor, le detengan para no cumplir con el destino, castigar a su madre. ¿Por qué el castigo?, ¿por arruinar su vida?, ¿porque la considera la culpable de la desaparición de su padre? Son preguntas que quedan abiertas en el guión.
La utilización durante la película de aves de cuello largo también es un dato que ofrece una simbología muy cercana a la griega debido a que, en muchas ocasiones, dichos pájaros se usaban como símbolo de la virilidad masculina. Los flamencos con los que parece obsesionarse Brad son símbolos del proceso castrador de la madre que le llevan a desear su propia masculinidad a través de esos pájaros.
No es muy laborioso encontrar los paralelismos entre la historia de Orestes y la película de Herzog, otra cosa es por qué se nos recrea esta historia y si la recreación está bien conseguida. Hay muchos directores que traen de nuevo estas historias griegas porque cuentan narraciones universales en torno a los hombres y sus preocupaciones, la tragedia griega, además, educaba a los ciudadanos en cuanto a su comportamiento social, ¿Herzog pretende hacernos creer que los parámetros culturales no han cambiado tanto desde la antigua Grecia?, ¿prevenirnos de las lecturas religiosas extremas?, ¿de nosotros mismos?, puede ser.
Sigo en spoiler por falta de espacio
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
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