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España España · Madrid
Voto de Feisal:
2
Ciencia ficción. Fantástico. Drama. Acción. Romance Un asteroide del tamaño del estado de Tejas apunta directamente hacia la Tierra. Los expertos de la NASA tan sólo encuentran una posible solución: enviar a un equipo de astronautas al espacio para que destruya el meteorito antes de que colisione con nuestro planeta. Para ello recurren a Harry S. Stamper, el mayor experto en perforaciones petrolíferas, y a su cualificado equipo de perforadores, para que aterricen en la superficie del ... [+]
10 de noviembre de 2008
32 de 46 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando una película es mala, a veces puede suceder que te lo acabes pasando bomba. Puede ser un bodrio y una mierda con mayúsculas, pero por su falta de pretensiones, por su inocencia, porque se nota que el director (al menos) quiere hacer algo medio digno y, por qué no decirlo, por su posible cutrez misma, la acabas perdonando. La ves igual que te tomas un batido y te comes un bollo. Son películas del estilo, qué se yo... "Alien vs. Predator" o "Resident Evil", por ejemplo. Ahora bien, lo que ya no aguanto son las películas malas con pretensiones de grandeza, que toman por un completo gilipollas al espectador (de esas en las que el director y el productor esperan solo que el espectador sea un muñeco que balbucee, babee por la comisura de los labios, y emita exclamaciones con cada nueva explosión en la pantalla), y que no solo se limite a montar tópico tras tópico tras tópico, sino que encima se regodea en ello y saca pecho. "Armageddon" es una de estas películas. Es la película-bandera del tándem Bay-Bruckheimer, aunque hay que decir que no es tan infecta como "Pearl Harbor". "Armageddon" es, principalmente, una broma. Un sketch de Cruz y Raya bastante alargado y con un pastonazo detrás. Porque es imposible (y aunque no lo parezca, por la seriedad con que B & B nos cuentan el tebeo éste) tomársela del todo en serio. Partiendo desde el argumento, en que un grupo de frikis metidos a perforadores petrolíferos se convierten en astronautas tras 12 días de suave entrenamiento, y van a salvar a la Tierra de un pedrusco que va a estrellarse contra su superficie; la película se ríe de cualquier mínimo intento de credulidad y verismo. Todo es fantástico, empezando por las razones por las cuales Liv Tyler (sale muy buenorra, eso sí) se enamora del gilipollas de Ben Affleck (que se despide de ella antes del lanzamiento del cohete... ¡cantando una canción!). El grupo friki tiene su puntito, desde el superjefe, superlíder, padre amantísimo, Bruce Willis; pasando por toda la colección de clichés habidos y por haber, desde el grandullón bonachón (Clarke Duncan), el pasado de rosca porreta (Buscemi), el fiel lugarteniente del jefe (Patton), el graciosete (Owen Wilson), etc. Luego está la coña del patriotismo y del liderazgo americano. En "Independence Day", al menos, te reías, porque se acababa viendo la coña y la guasa que había en esa figura del Presidente pilotando un caza y luchando contra los aliens. Aquí se acaba torciendo un poco el gesto, cuando lo del discurso del Presidente a todo el Planeta; y cuando todo el Planeta, desde el Vaticano a La Meca, desde Bangkok hasta Estambul, desde Villafranca del Bierzo hasta Río de Janeiro; reza a todos los dioses para que los intrépidos frikis americanos nos salven a todos del terruño volador.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Feisal
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