11 de junio de 2016
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pocas películas llegan a preocuparse por enseñar la realidad del mundo adolescente. La mayoría recurren a tópicos como el alcohol, el sexo y las fiestas sin realmente entender qué sienten los jóvenes. El personaje de Greg en este film realmente muestra las preocupaciones y la personalidad de este sector de la sociedad: el constante pasotismo, la baja autoestima o el deseo de pasar desapercibido. Además, no retrata una adolescencia cualquiera, sino la de nuestra sociedad en el año 2015: las nuevas tecnologías y la moda hipster están presentes en todo el metraje.
Y este no es, ni mucho menos, el único acierto de la cinta de Alfonso Gomez-Rejon. Es verdaderamente asombroso llegar a ver tanta originalidad en la dirección, la estética y la fotografía de una película en estos tiempos. Los curiosos enfoques y combinaciones de colores le dan una armonía y belleza a la película que verdaderamente se agradece.
Las infinitas referencias cinematográficas que inundan la película también reflejan la sociedad adolescente moderna, o al menos un sector de ella, obsesionada con el tema cultural y artístico.
En resumen, una película original e innovadora, verdaderamente realista con el mundo adolescente actual.
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