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España España · Zaragoza
Voto de Juan Solo:
10
Comedia. Drama. Romance Isaac Davis, un neoyorquino de mediana edad tiene un trabajo que odia, una novia de 17 años a la que no ama y una ex esposa lesbiana a la que desearía estrangular, porque está escribiendo un libro en el que cuenta las intimidades de su matrimonio. Cuando conoce a Mary, la sexy y snob amante de su mejor amigo, se enamora perdidamente de ella. La idea de dejar a su novia, acostarse con Mary y abandonar su trabajo supone para él el ... [+]
8 de abril de 2010
40 de 46 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pues sí, resulta que, en contra de lo que pudiera pensar más de uno, la más bella historia de amor jamás filmada no está dedicada ni inspirada en ninguna mujer ni tampoco en ningún hombre ni siquiera en un ser vivo. La singular destinataria de la más extraordinaria de las declaraciones amorosas hechas cine es una ciudad llamada Nueva York y su autor un pequeño gran genio que responde al nombre de Woody Allen.

Sin embargo, muchos consideramos que Manhattan es mucho más que una película y la hemos adoptado ya como nuestro gran referente cultural, sentimental y me atrevería a decir que hasta incluso intelectual y moral. El rito de sentarse una o dos veces al año a ver este film – que yo cumplo religiosamente- implica enfrentarte a una experiencia que traspasa con creces los límites de lo meramente cinematográfico. Y es que Manhattan supone el kilómoetro 0 del recorrido por la educación sentimental de toda una generación y de aquellos que por voluntad propia hemos decidido adherirnos a la misma, y es al mismo tiempo una película que dentro de ochenta años seguirá igual de moderna que era el día en que se estrenó.

Cada vez que recuperas esta película se obra un pequeño milagro y caes en la cuenta de la cantidad de personas que consagran su vida a escribir, a crear, a componer, a explicarnos a los demás su visión del mundo a través del arte. Porque el arte no es ni más ni menos que eso, un don privilegiado y maravilloso que tienen algunos para explicarse y explicarnos el mundo y la vida. La escena en la que vemos a Woody, tumbado en su sofá recitándole a su grabadora las cosas que hacen que la vida merezca la pena antes de lanzarse a las calles en busca del último y desesperado intento por retener a su amor imposible es toda una declaración de principios al respecto. Si tuviera que hacer yo una lista con las cosas por las que la vida merece la pena ser vivida, sin duda Manhattan sería una de mis primeras opciones.

Sólo por la presencia de esta escena, por su maravilloso arranque y su espectacular epílogo con ese castillo de fuegos artificiales y la rapsodia en azul de Gerswin sonando de fondo, esta película ya merecería un lugar privilegiado en los anales del Séptimo Arte. Al igual que Isaac no encuentra las palabras precisas para describir el amor por su ciudad, a muchos nos cuesta encontrar las palabras para expresar lo que sentimos hacia esta película. Un maravilloso poema de amor al arte, a la vida.. a Manhattan (y ahora que entre la música de Gershwin in crescendo, por favor)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Juan Solo
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