Los efectos muy bien, todo es una bella estampa, la bruja es mala malísima y el León bueno buenísimo, los niños una monería y el Fauno otra con pezuñas. La idea del armario mágico no es novedosa, pero sigue siendo fantástica, en el sentido más literal de la palabra.

Por desgracia, la película es aburrida, y se queda en ese territorio de nadie del que tanto abusa, a mi parecer, la Disney: no es para niños pero mucho menos para adultos.

Lo que más me ofendió fue el mensaje: monárquico, autoritario, sanguinario y descerebrado. ¿Reyes que son leones? ¿Profecías que rozan un axiotismo religioso? ¿Los malos son los "fríos" y los buenos los "calientes"? (aunque prefiero este maniqueísmo infantil a la confrontación Norte/Sur de ESDLA) ¿¡NIÑOS MATANDO!?

¡POR FAVOR!