Un planteamiento tenso y cuidadoso busca la complicidad del espectador desde el principio y por eso le ofrece referencias claras, le hace partícipe de detalles importantes y le sitúa en disposición de elaborar sus propios juicios acerca de la evolución del caso.
La presencia de un inefable detective se encarga del resto.
Resulta imposible no sucumbir a la disposición de elementos que propone R. Irving gracias al magnífico guión de R. Levinson y W. Link.
La sensación de opresión y agobio que se percibe frente a la pantalla es más que notable.

La descripción psicológica que sobre Colombo realiza expresamente uno de los personajes proporciona al espectador un referente de contenido valioso para esta película.
Pero también anticipa la naturaleza del nuevo policía recién llegado al televisor y representa un verdadero avance respecto de lo que cabe esperar de las siguientes entregas
La aventura se convierte en un diagnóstico y el diagnóstico escribe su sentencia como una receta para el futuro.