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Cine negro. Thriller
Tony Camonte (Paul Muni), un pistolero de origen italiano, ignorante y sin escrúpulos, es el lugarteniente de Johnny Lovo (Osgood Perkins), el hampón más poderoso del South End de Chicago. Ambicioso y cruel, Camonte, que por una cicatriz que le cruza el rostro recibe el apelativo de Cara cortada, elimina poco a poco a los rivales de su jefe hasta que, con la ayuda de su amigo Gino Rinaldo (George Raft), le arrebata el poder también a él ... [+]
26 de julio de 2016
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Se aprende a valorar la historia del cine gracias a películas como ésta.
El remake de B. de Palma (El precio del poder, 1983) era magnífico pero este testimonio de 1932 se erige en genuino hallazgo por su temprana edad, por su inspiración sobresaliente y porque representa un auténtico hito del cine negro.
Del cine en general.
La pertinencia de cada imagen, de cada secuencia, de cada gesto y de cada palabra, el valor de los silencios y de las insinuaciones, el ritmo trepidante, la soberbia interpretación, esa tensión permanente y la sabia dirección de H. Hawks llenando la pantalla.
Gracias a películas como ésta Hollywood alcanzó su máximo esplendor.
El remake de B. de Palma (El precio del poder, 1983) era magnífico pero este testimonio de 1932 se erige en genuino hallazgo por su temprana edad, por su inspiración sobresaliente y porque representa un auténtico hito del cine negro.
Del cine en general.
La pertinencia de cada imagen, de cada secuencia, de cada gesto y de cada palabra, el valor de los silencios y de las insinuaciones, el ritmo trepidante, la soberbia interpretación, esa tensión permanente y la sabia dirección de H. Hawks llenando la pantalla.
Gracias a películas como ésta Hollywood alcanzó su máximo esplendor.
