Producto decididamente de serie B destinado a degustadores de gore poco exigentes y heredero de las últimas apuestas por resucitar Halloween y Viernes 13 que se queda en mucho menos de lo que podría ofrecer quizás por ese afán plagiador.
Aún así, el mérito de sus protagonistas por no rozar el ridículo lo hace más que digerible e incluso disfrutable si no se espera más de lo que se debe.
Lo mejor: El protagonista, con menos carisma que sus referentes pero infinitamente mejor que la mayoría de sub-asesinos seriales. Un Marcus traumatizado en su infancia por esas monjas que parecen salidas de una soft porn chunga. La ensoñación-ducha sangrienta homenaje a mi adorada Carrie, con el flashback y los nenes en la bañera, genial.
Lo peor: Es de una calidad paupérrima. Diane Foster a ratos.
Yo me lo pasé pipa, pero no es la típica cinta que uno acaba recomendando.
Por cierto, en alguna página se habla de ella como remake americano de la fabulosa El orfanato... Manda huevos... Desgraciadamente aún nos queda para ver qué hacen con ese pastizal americano con una de las mejores -o la mejor- película de terror española de los últimos tiempos.