Nada se salva en Thor, lo último de mi amado Kenneth-ay, la que te va a caer, te van a dar palos hasta en el DNI, chaval-un horror como una torrija de pan integral.
Ni los efectos visuales, muy espectaculares, bla, bla, bla, más vistos que el tebeo y desde luego el reparto, que está simplemente para dar un grito. Hopkins vuelve a la sobreactuación, esta vez tuerta, ni la Russo, guapa y sosa en un papel secundón... Y entrando en materia:
- La Portman, tras el merecidísimo Oscar por la mejor de sus interpretaciones, de las que le quedan pocas, fijo, está espantosa, poniendo muecas, haciéndose a ratos la graciosa, a ratos la intelectual, siempre igual de sosa, ñoña, patética y burda.
- Chris de Pataki... bueno, no se puede estar más bueno y peor en su primer papel. Sus músculos dejan de importar en el minuto 10 como si se desinflase gradualmente, vestido de drag queen carnavalera canaria y dando el peor beso que he visto en pantalla grande. Uno no puede dejar de imaginarse las largas noches de ensayo de la pareja, rollo "cari, ahora yo te hago la brasileña y después tú el súper dios, ¿vale?".... Ufff!!!!
Música rayante, imágenes aceleradas, ralentizadas, exageradas, guión imposible y dirección defectuosa. Vamos, una joyita...
El intento de Branagh de darnos un nuevo Superman siglo XXI hace aguas por todos sitios.
Lo mejor: Dura 10 minutos menos de lo esperado.
Lo peor: Todo, de cabo a rabo.