Brillante película llena de sutil ironía hacia una sociedad marcada por las clases, el orgullo y su hipocresía.
Excelentes interpretaciones, destacando para mi gusto la de de un joven James Stewart, que mantiene ese toque cómico e inocente durante toda la obra, y la de Cary Grant con el toque cínico e irónico que teje poco a poco una tela de araña que atrapa a todo el espectador.
La película con un excelente guiño al cine mudo de antaño en sus primeros fotogramas, ya promete una colección de momentos inolvidables, llegando a su cumbre con la fiesta de la alta sociedad cuando el personaje de Stewart brinda sus mejores artes.
Recomendable y distinguida película que envejece muy bien, pero que si algo hay que echarle en cara con el paso de los años es su final aunque si lo miras con los ojos de la época, es el mas correcto y posible.
La cinta muestra a una Katherine Hepburn grandiosa y bella, la pelirroja del cine en blanco y negro.
Un merecido 9/10