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España España · Valencia
Voto de Cineycine:
4
Comedia. Fantástico El vigilante jurado Larry Daley (Ben Stiller) se ve obligado a decir adiós a todos sus amigos cuando deciden hacer el Museo de Ciencias Naturales más "interactivo" y sustituyen todas las figuras por hologramas. Sus amigos históricos son empaquetados y enviados a los archivos del famoso Smithsonian, en Washington, DC., el museo más grande del mundo. No han pasado ni 24 horas cuando Larry recibe una llamada de Jedediah, el cowboy en ... [+]
27 de diciembre de 2015
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'Noche en el Museo' era una película novedosa, fresca, original, visualmente atractiva y llena de personajes divertidos a la vez que carismáticos, lo que la convirtió en un producto que, contra todo pronóstico, agradó (y recaudó) lo suficiente como para planear una secuela que intentara igualar el éxito de su predecesora.

Lo malo del asunto es que la fórmula de esta secuela es exactamente la misma y no ofrece nada verdaderamente novedoso que le imprima a la cinta ese plus de interés que debería de atesorar. Es más, esta segunda entrega termina aburriendo en ciertos momentos debido a su abrumador contenido de personajes, muchos de ellos atractivos e interesantes, pero que colapsan la pantalla y la historia de un modo atroz, restando continuidad a otro tipo de personajes quizás más importantes y originando por momentos un verdadero caos.
Lo que básicamente nos encontramos en la película se resume en tres líneas: actores que van de un lado a otro sin demasiado sentido, muñecos digitales que vuelan o saltan con la simple intención de “chupar” cámara; avionetas, pilotos, astronautas y mitos del cine deambulando por el plató y ciertos “gags” algo repetitivos e incluso insulsos convierten a esta secuela en un pequeño descalabro, aunque totalmente intencionado y orientado de manera descarada hacía un tipo de espectador muy infantil. Así es, el realizador Shawn Levi ha concebido un producto dirigido exclusivamente a los críos, así que tampoco es demasiado lógico reprocharle los aspectos negativos de una cinta que jamás debería de ser calificada seriamente desde una perspectiva excesivamente adulta, aunque tampoco vamos a engañar a nadie: la película es mala, aunque se deja ver pero no está a la altura de la primera.

No obstante lo peor de la película no es su “inocente” anarquía o sus chistes repetitivos y fáciles, sino el protagonista principal de la función, un Ben Stiller que definitivamente rodó el film con una manifiesta desgana, sobre todo si nos fijamos en sus gestos, su mirada y sus ramplones diálogos.
Por otra parte este rol de secuela también implica que el efecto sorpresa de la primera entrega se desvanezca por completo, y en una propuesta de este rango dicho efecto era primordial para mantener al espectador alerta y pegado a su butaca (una de las grandes cualidades de la primera entrega), pero como era de esperar, todos, absolutamente todos intuimos y percibimos con antelación lo que va a suceder en ciertas secuencias y lo que nos vamos a encontrar, algo que, desafortunadamente sucede en la gran mayoría de las segundas partes de toda la historia del cine, salvo excepciones.

De todos modos, y por rescatar algo relativamente bueno en esta crítica de 'Noche en el Museo 2', cabe decir que nos encontramos con algunas celebridades bastante agradables y a ratos incluso graciosas, también nos toparemos con infinidad de personajes míticos y con el antagonista que, sin lugar a dudas, es lo mejor de toda la película: un Hank Azaria que se mete en la piel del cachondísimo (más que nada por su descojonante acento), simpático y a ratos ridículo faraón Egipcio Kahmunrah, el cual recita algunas de las mejores paridas de la trama. Mención especial para la actriz Amy Adams como Amelia Earhart, la protagonista femenina del relato que devora literalmente a un apático Ben Stiller.

En definitiva: La película es un verdadero “cocktail” compuesto por una sobredosis de elementos y personajes; una ensalada a la que le sobran ingredientes y un entretenimiento que sólo funciona a medias caracterizándose principalmente por una consecución de chistes poco originales, frases de escasa gracia y situaciones cómicas demasiado vistas anteriormente como para que vuelvan a resultar efectivas. Puede que sea la película perfecta para hacer callar a los niños durante un rato, pero a nivel personal me sigo quedando con la primera 'Noche en el Museo' por su sorpresa, su magia, su mejor ritmo y su mayor modestia.

-Lo mejor: Amy Adams y los efectos visuales.

-Lo peor: Ben Stiller y la desorbitada aglomeración de situaciones y personalidades, algo que termina por restar muchísima continuidad al film.

-Más en: www.cineycine.com
Cineycine
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