Con un claro homenaje al mundo de las artes marciales, el director estadounidense Quentin Tarantino nos muestra una película no tan diferente y característica como muchas personas creen. Destacar que el guión también es obra del propio Tarantino en esta película que comienza de forma impactante y sorprendente mientras escuchamos a su vez el melancólico tema musical de Bang Bang (“My Baby Shot Me Down”) que nos transportará de forma inmediata a los créditos iniciales de la cinta.

La historia, dividida en varios capítulos, empezará mostrándonos a “La novia” (Uma Thurman), quien también será conocida como “Mamba Negra” o “Peque”, con la cara destrozada (se da a entender que por haber recibido una paliza) y recibiendo, el mismo día de su boda, un disparo en la cabeza por parte de un misterioso hombre del que sólo se sabemos que se llama Bill. “La novia”, que salva su vida milagrosamente, se recuperará en un hospital en el que pasará cuatro años en coma. Tras despertar de su estado y estabilizarse, su principal misión será la de encontrar a quien intentó asesinarla, llegando hasta un escuadrón asesino conocido como Víbora Letal, formado por miembros que destacan por la diversidad de especialidades concretas entre los mismos y que serán descubiertos por “La novia” a medida que ésta vaya dando con ellos según avanza se desarrolla el argumento.

El reparto está encabezado por Uma Thurman (Pulp Fiction), la principal protagonista y encargada de dar vida a “La novia”, una asesina implacable que tiene por lo que se deduce una amplia formación en lo que respecta a las artes marciales.

Sin duda nos encontramos ante una película de acción basada en las artes marciales, con toques gore. Plagada de buenas escenas que se podrán ir contemplando durante todo el metraje, cabe destacar que en Kill Bill Vol. 1 varios detalles no quedarán resueltos hasta llegar a completar el visionado con Kill Bill Vol. 2. También destacar que esta primera parte es esencialmente de acción por lo que carecerá de esos diálogos hilarantes y bien tejidos propios de Quentin Tarantino.

La música que nos encontramos en la película está muy bien seleccionada para compaginar de maravilla algunas de las escenas más importantes con temas tan conocidos como el principal de la serie Ironside o algunos tan rítmicos como Twisted Nerve o That Certain Female.