Andrea Jaurrieta presenta un drama desgarrador que es al mismo tiempo una historia de venganza: una vendetta que la protagonista busca acometer contra el hombre que le arruinó la vida completamente cuando ella no era más que una adolescente. El mismo hombre que ahora todo su pueblo adora.

La cinta narra el reencuentro de "Nina" con viejos amigos, conocidos y localizaciones. Sin embargo, Jaurrieta nos muestra que no es un acercamiento a la gente del pueblo, sino a sus oscuras memorias. De esta forma, a lo largo del film podemos ver numerosos flashbacks, que funcionan perfectamente y consiguen adentrar a la audiencia en el contexto y entender el comportamiento de la joven.

Para este proyecto, la directora ha colaborado con un reparto de renombre con actores de la talla de Darío Grandinetti (Concha de Plata al mejor actor en el Festival de San Sebastián 2018) y Patricia López Arnaiz (Goya a mejor actriz protagonista en 2021). Ambos realizan un trabajo sensacional desde matices distintos: ella transmitiendo el miedo y la sed de venganza con sus ojos y él evidenciando la frialdad y el carácter calculador.

Con todo, "Nina" no es un largometraje de fácil visionado. Hay algunas escenas que no son nada agradables, para ningún tipo de público. Por lo que el espectador debe de saber que quizá, al acabar la película, quedará con mal cuerpo o una especial repugnancia hacia alguno de los personajes. De todas maneras, en su crudeza, abre un espacio para reflexionar.

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