Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Revista Contraste:
4
Thriller Dani, un buen chico que durante los últimos años de su vida se ha dedicado exclusivamente a cuidar de su padre enfermo, decide retomar su vida tras la muerte de éste. Justo cuando ha decidido emprender un largo viaje, conoce a Mila, una chica tan inquietante y sensual como inestable, que convertirá esa noche en una auténtica pesadilla. Las consecuencias de este encuentro llevarán a Dani hasta tal extremo que se planteará cosas que jamás habría podido imaginar. [+]
16 de octubre de 2020
58 de 98 usuarios han encontrado esta crítica útil
Para afrontar el visionado de No matarás hay que pactar previamente con la cantidad de resoplidos que puede arrancar el protagonista debido a su conducta. El ataque de nervios que llega a provocar tomando una mala decisión detrás de otra es inevitable; algo que recuerda bastante a los problemas de verosimilitud que presentaba el anterior título de Victori, El pacto.

La cinta arranca presentando a Dani, el prototipo de chico bueno que se deja convencer para ayudar a todo el mundo y, además, no tiene ningún vicio. Acaba de perder a su padre, al que ha estado cuidando durante meses, y su hermana le ha regalado un viaje para dar la vuelta al mundo. Pero en lugar de seguirlo a través de un recorrido por diferentes países, el público acaba inmerso con Dani en una noche asfixiante, enmarcada en habitaciones oscuras donde priman los neones y la música a todo trapo.

Todo eso es a causa de una mujer, Mila, que desde el inicio ya se presiente como una amenaza muy oscura, desequilibrada y sexual. A partir del encuentro –demasiado casual– empiezan a evidenciarse los fallos de guion, que obligan a la audiencia a dar varios saltos de fe.

En primer lugar, con la actitud del chico que, tras tontear con la primera tentación, cae irremediablemente en todas las siguientes. Llega un punto en el que las situaciones enrevesadas –y excesivas– en las que se encuentra pierden credibilidad. Y en segundo lugar, hay circunstancias prácticamente imposibles (el salto del edificio, la irrupción en el hospital…), en las que uno se ve forzado a dejarse llevar, como cuando se asume que el protagonista no puede morir por muchas desventuras que sufra. Y, sobre todo, cuando uno piensa que ya no se puede ir a peor… sopresa: en No matarás sí se puede.

No obstante, al margen de la trama, el film tiene una parte técnica elogiable. La escena inicial, pegada a Dani, es una muestra de cómo la fotografía, durante todo el largometraje, ayuda a empatizar con el personaje a la vez que recrea claustrofobia. Además, permite un gran enlace con el clip final. Por otro lado, se mantiene un buen ritmo y hay unos planos secuencia de la huida que son una maravilla.

De todas maneras, esto no consigue disimular la insolvencia del contenido y el espectador acaba pensando que hubiera sido más interesante una vuelta al mundo que el espectáculo de violencia, tensión y erotismo que finalmente se muestra (aviso a navegantes de que la escena de sexo es innecesariamente larga, desagradable y denigrante). Aún así, hay que reconocer que Mario Casas consigue angustiar durante toda la película y su evolución es satisfactoria.

www.contraste.info
Revista Contraste
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?

Últimas películas visitadas
Las calles de Granada (C)
2023
Isabel Medarde
arrow