'Immaculate' se presenta como una novedosa propuesta para el género de terror. El guion de Andrew Lobel y la dirección de Michael Mohan suman fuerzas para ofrecerle al público una experiencia espeluznante e intrigante.

Álvaro Morte brinda un papel excepcional como sacerdote y consigue transmitir una cierta angustia y suspense a medida que avanza el film. A su vez, Sydney Sweeney, logra capturar el miedo y la desesperación que sufre su personaje en su rostro cambiante. Eso facilita la conexión con el público, quien se mete en su piel y sufre junto a ella.

Paralelamente, los silencios, la fotografía y la música se conjugan equilibradamente para remar a favor de la narración. Las escenas silenciosas, escogidos estratégicamente, facilitan, como es común en el género, el establecimiento de una tensión palpable en el ambiente. Por su lado, la música intensifica determinadas emociones en momentos clímaticos, mientras que la fotografía permite ensombrecer el convento donde se ambienta el relato, convirtiéndolo en un lugar amenazante y propicio para todo tipo de sobresaltos.

'Immaculate' ofrece una visión renovadora que se aparta de los clichés tradicionales del terror y, para los grandes amantes del género, se convierte en una obra que no querrán perderse.

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