Una película que mantiene una acertada y constante dosis de tensión y de suspense, sin pausa, sólo es tranquilo el comienzo, donde conocemos un poco a la banda, sin alardes vemos pinceladas de cada uno de los integrantes y luego al lío, sin miramientos.

Podría haber dado bastante más de sí, por supuesto, principalmente con un mejor desarrollo de personajes a los que apenas conocemos, algunos verán en su extrema simpleza una de sus virtudes y otros no, es seca, áspera, violenta y dura, está bien conseguido el sentimiento de agobio y el acorralamiento al que se ven sometidos la desgraciada banda.

El reparto realiza un buen trabajo destacando a un buen Patrick Stewart como cabecilla de la banda de asesinos neo nazis, al malogrado Anton Yelchin (D.E.P) y a una prometedora y muy guapa Imogen Poots.

Resumiendo no es una película inolvidable ni mucho menos, pero el rato que dura se pasa volando, gracias a que entretiene bastante y apenas te deja respiro para despegar los ojos de la pantalla.

Una propuesta recomendable e interesante.