"Las Rabietas del Abuelo Cebolleta", así podría llamarse este film de haber sido español. Lo de "Fresas Salvajes" no le viene muy al caso.

Bueno, a lo que vamos, un film de corte existencialista -como todos los de Bergman- que mezcla lo trágico con lo cómico y en el que se dan cita personajes de lo más variopinto, pero cada cual con una carga psicológica importante.

La escena del juicio "marca de la casa" tiene su gracia, la verdad, a pesar de que a mí esas salidas de tono me suelen dejar fuera de juego, pero reconozco que en este caso tiene su razón de ser y funciona dentro del discurso del film.

La cosa comienza de forma dantesca: con una fúnebre pesadilla. Pero poco a poco vamos descubriendo el lado humano del personaje en cuestión.

Un anciano doctor, muy próximo a jubilarse, va recordando escenas de su vida pasada y de un matrimonio no muy bien avenido, pero no lo hace desde el lamento, sino con sorna y con humor irónico, habiendo aprendido la lección que la vida le tenía reservada. En muchas cosas este film me recordó muy mucho a El Último Viaje de Robert Rylands y supongo yo que le habrá servido de inspiración, aunque es sólo una suposición.

Personajes resentidos pero con un trasfondo de humanidad que hace que no se tornen completamente repudiables.

Pese a todas sus virtudes la considero netamente inferior a El Séptimo Sello, por ejemplo.