Misery es, probablemente, la mejor novela de Stephen King, y ya por eso merece la pena ver esta adaptación de Rob Reiner. Aunque es bastante fiel al libro, el guionista obvia las toneladas de sangre empleadas por King en la novela, y además elimina lo que quizá sea el mejor recurso del libro: la imaginación del escritor y como esta le sirve de escape ante el horror que está viviendo en casa de Wilkes.
Sin embargo, la actuación de Kathy Bates es soberbia y la película cuenta con algunas escenas horripilantes y una tensión insuperable.
En definitiva una buena película, pero no la adaptación que, tal vez, la novela merecía.