Un film independiente, diferente, humano y muy bien interpretado. A eso llamamos Beginners.
Cuenta la historia autobiográfica del director Mike Mills, que antes hizo documentales, videos de música y el interesante Thumbsucker (2005).

Ocurre que él tuvo un padre que, cuando se quedó viudo, resolvió asumirse gay, mismo ya estando con 75 años y tener por unos tiempos una vida activa homosexual (antes era encubierto) que fue complicada, porque luego después se enfermó de un cáncer sin cura.

La película es sobre el hijo (la mejor interpretación reciente del inglés Ewan McGregor), que trabaja dibujando cartoons, pero nunca consiguió fijarse en una única mujer y ahora tiene que enfrentar la realidad y cuidar del padre.

Él siempre desconfió que hubiera alguna cosa mala entre los padres, pero solo ahora es que sabe cuál era el problema (la mujer, o sea la madre, sabía de todo y decía que iría arreglar el problema del marido).

La película aborda estos últimos años de vida del padre (quien hace el papel un grande Christopher Plummer, que fue gran actor teatral, pero solo en los últimos tiempos pasó a encontrar el tiempo correcto de la interpretación en el cine).

El guión, también del director, sabiendo que trata de dos temas difíciles: salir del armario y enfrentar la muerte, busca ser bien humorado y romántico.

El humor nasce de los cartoons y del relacionamiento con el perro que hereda del padre (charla con el perro y lo dice éste aparece con subtítulos).

El romance es cuando él conoce una actriz francesa y la pantalla se ilumina cuando surge la espléndida Mélanie Laurent (Malditos Bastardos, Paris y El Concierto).

Todo eso resulta en una historia muy bonita de amor entre padre e hijo, una historia de aceptación y comprensión, muy valorada por el excelente trío central.

McGregor de esta vez no quita ropa y ya ha perdido el aire de jovencito. Pero da indicios de que finalmente está madurando como actor.