En mi opinión, el argumento ofrecía la posibilidad de hacer una película gamberra y con mucha mala baba. Pero ese tono, que seguramente es el que otorgó el éxito a la novela, no basta para hacer que la película reviente taquillas. Si se compara literatura y cine, el lenguaje es distinto, pero el público y lo que se entiende por blockbuster también. No he leído la novela, pero creo que aquí está la clave. Si lo que se quería era respetar el espíritu de la novela, dudo que ésta sea una buena adaptación. Si el libro deja la misma sensación de insustancialidad que este film, mejor paso. Es más, no creo que toda la gente que leyó la novela quedase encantada por una caricatura como ésta. Por mucho que se haya sido fiel al argumento, esta película se queda en un espectáculo familiar con un mensaje edulcorado y bienintencionado de respeto a la gente mayor, con algunos gags que funcionan bien y otros no tanto, y con unos flashbacks de pandereta a los que tampoco se les acaba de sacar todo el jugo.

Es cierto que en otras manos la película podía haber sido aún peor. Hay situaciones que podían haber caído en el disparate, y que aquí se salvan con cierta dignidad. Pero el conjunto aburre. A los pocos minutos de metraje uno se da cuenta de que es muy poco lo que le aporta esta película, y los 114 minutos de metraje se hacen larguísimos.

O sea, para pasar el rato y ya está. El problema es que es un rato demasiado largo.