Fascinante, para todas aquellas mentes inquietas, entre las que me encuentro, que han sido, felizmente marcadas con el estigma de Caín. Quien sepa de qué hablo, me entenderá, y quien no... puede tranquilamente, prescindir de leerme.

Los tiempos han cambiado, así como las historias, lo que se nos cuenta y la manera en que se hace. The End Of The F***ing World, es lo más rotundo que probablemente veré durante este año que se inicia.

La historia de dos psicópatas amparados por su mal, resulta tan endiabladamente atractiva como lanzarse en paracaídas, dudando si encontrarás la anilla que lo abra en el momento justo... Igual a una ruleta rusa, o la última y más salvaje atracción de un parque temático. Aquí te sientes seguro al saber que solo es una serie, pero te revuelves por dentro, porque inquieta, asusta, al tiempo que te atrapa y atrae. Y para completar la cascada de emociones, su banda sonora se rodea de una satánica esencia, aportando en cada instante lo que precisa, suave como la dulce caricia de una almohada, o golpeando con la rotundidad de un palo de beisbol.

Un 8